Los intentos por acallar a la enorme cantidad de personas que se manifiestan en solidaridad con el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quedaron derribados, así como el cerco mediático. Las cámaras no mienten, ni las de la izquierda, ni las de la derecha. Lula no estuvo y no está solo.
“Voy a cumplir la orden de cárcel (…) y cada uno de ustedes se trasformará en un Lula”, dijo el sábado 7 de abril, el líder sindicalista, antes de subir a al vehículo que lo conduciría a la Policía Federal, al tiempo que se proclamó inocente.
Lo que pasó días y momentos antes, fue un hecho impresionante. Las imágenes mostraron a Lula da Silva a pie de la sede sindical de Sao Bernardo do Campo, Sao Paulo, siendo sujeto de un abrazo colectivo.
Y es que la conmoción por el caso Lula Da Silva trasciende las fronteras de Brasil. Sendos comunicados dan cuenta de la preocupación internacional por las irregularidades que ha tenido a todas luces este proceso, y los hechos suscitados en los últimos años.
Primero, la ex Presidenta Dilma Rousseff,inmediatamente después de ser re-elegida, atraviesa un juicio político que desembocó en su destitución y golpe de estado, propiciado por una ilegítima Cámara de Diputados de Brasil, ex presidida por Eduardo Cunha,quien ahora está en prisión acusado de lavado de dinero y corrupción. De dicho parlamento ilegítimo surge el gobierno ilegítimo de Michel Temer. El cuento de terror sigue cuando el juez federal, Sergio Moro, sin pruebas, determinó que Lula da Silva dirigió una trama corrupta para conceder a la constructora OAS, contratos gubernamentales por un valor superior a los 25 millones de dólares a cambio del departamento de lujo de tres pisos en Guarujá, en la costa de San Pablo, que en ese momento costaba unos 600 mil.
Los abogados de Lula alegan que éste nunca fue dueño ni residió en el departamento, y que solo lo visitó una vez para considerar una oportunidad de negocio. No hay ningún documento que establezca que Lula tiene alguna relación con el inmueble.
La clave del caso fue el testimonio del empresario Leo Pinheiro, ex director de OAS, quien reveló que aunque la casa figuraba a nombre de la empresa, estuvo supuestamente reservada para el ex mandatario. Esto tras lograr que redujeran su sentencia de 8 a 5 años de prisión por su rol en el caso Lava Jato.
Aunado a lo anterior, se suma la filtración de unas frases dirigidas al piloto mientras Lula da Silva era trasladado al lugar de su detención: “Tira esa basura por la ventana” y “Llévatelo y no lo traigas nunca más”. La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) asegura son audios verídicos pero como las comunicaciones aeronáuticas son abiertas y fueron utilizadas de modo inadecuado por algunos usuarios, no se tiene cómo saber quiénes fueron los responsables.
Oscar Jara Hollyday, Presidente del Consejo de Educación de Adultos de América Latina -CEAAL, apunta que es notorio que los sectores poderosos de Brasil vienen queriendo revertir todas las conquistas sociales de los 13 años de gobierno de Dilma Rousseff y Lula da Silva, más aún siendo este último el pré-candidato con mayor intención de voto.
“Luego, le dictan prisión, pero se presenta un habeas corpus al Supremo Tribunal Federal, quien vota 6 a 5 a favor de la detención, con el voto indigno de una jueza que siempre había defendido una posición opuesta. ¿Casualidades? ¿Justicia? no, claras maniobras políticas de los sectores que quieren impedir a toda costa que se retome un gobierno popular”, señaló indignado Jara.
La Diputada del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional -FMLN, Nidia Díaz, concuerda en que no hay causa justificada para la detención de Lula da Silva, y considera que es la clara intención de que no se inscriba como candidato a la presidencia, teniendo la opción mayoritaria del pueblo brasileño.
“Nosotros reconocemos que todo esto es parte de una estrategia imperial, donde las oligarquías transnacionales toman parte para dificultar al grado de casi impedir que la izquierda siga gobernando en América Latina y el mundo. Buscan detener procesos progresistas y éstos han hecho matriz desde hace unos años para hacer golpes suaves, combinar factores de poder, de manera que si no es con el golpe tradicional se armonizan para usar órganos del Estado, judicial, legislativo, y usarlos para generar destituciones, llevándolas a máximas expresiones que terminan violando derechos fundamentales, leyes, constitución y el derecho internacional para lograr ese objetivo desestabilizador. El juez Moro representa esa triangulación de intereses y personifica cómo se instrumentaliza a los poderes”, aseguró la Diputada Salvadoreña.
Para comprender los hechos urge remontarnos al contexto internacional, cuando la corriente política e ideológica que inicia con la victoria del Presidente Hugo Chávez Frías en Venezuela en 1999, abre un periodo de gobiernos de izquierdas, alternativos o progresistas en Nuestra América, con variantes más radicales en sus discursos y praxis, y otras no tanto, que caminaban y caminan hacia un proyecto de integración, soberanía y autodeterminación frente a la política imperial y neocolonial de sucesivos gobiernos de EE.UU. Todo indica, según el Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política, Samuel Prado Franco, que inicia un nuevo periodo de contracorriente, de la reacción, la derecha, el conservadurismo, sus partidos y movimientos, donde el uso de la violencia, golpes blandos o suaves, -golpes de Estado-, represión, militarización y criminalización de la protesta social, que señalan cual será el método para revertir los cambios andados.
Prado Franco, asegura que es evidente como la fuerza del aparato estatal y sus instituciones en manos de la clase dominante quieren aplastar toda posibilidad de la candidatura presidencial de Lula da Silva. “El pueblo brasileño, partidos y movimientos se han movilizado en defensa de Lula. Se cuestiona la formal y aparente democracia que legitima un gobierno espurio e ilegal como el de Michel Temer, pero en cambio condena y arresta a Lula”, sentenció.
Los lentes cuando se cruzan las fronteras no son los mismos, es decir que si la percepción es similar en diferentes caminos no es cuestión de terquedad, nos dice que se atiende a una realidad. Juan José Esquivel, del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), manifestó que lo que pasa en Brasil es un claro signo de un modelo neocolonialista, patriarcal y capitalista, que oprime a las mayorías en beneficio de unas cuantas familias, y esto no es lejano a lo que vivimos en nuestros países, por eso, explicó, nos duele tanto, y nos toca adentro de nuestras fibras.
Esa indignación que nos genera la agresión que está viviendo el pueblo brasileño, expresado en el encarcelamiento de Lula da Silva, el cual ha sido viciado, e impulsado por los golpistas de la democracia, ha provocado un retroceso y flagrante violación a las garantías de los derechos sociales y económicos, así como mayor impunidad en los procesos de justicia. Así lo considera Verónica Del Cid, Coordinadora de la Red Mesoamericana de Educación Popular Alforja, quien afirma que estos hechos nos recuerdan que nuestros pueblos viven en lucha, y aunque las derechas de los países de nuestra América, amparados por las trasnacionales y los EEUU, no van a ceder mientras vean afectados sus intereses de acumulación capitalista, cada vez que se escuche una voz, como la de Marielle Franco, la de Lula, la de los movimientos populares, la del pueblo, será una amenaza que querrán apagar.
La voz de Lula parece extenderse más allá de las rejas de la prisión de Curitiba, Brasil donde se apresta a cumplir una condena. En uno de los extremos del perímetro de seguridad, simpatizantes y militantes de Lula da Silva, que ahora cumple una pena de 12 años por corrupción y lavado de dinero, han establecido un pequeño campamento para defender a su líder.
Nidia Díaz, quien muy bien conoce de rejas y de injusticias durante la guerra salvadoreña, y nos lo narró en su libro “Nunca estuve sola”, dijo con nostalgia que el caso Brasil y Lula es importante porque su gestion generó beneficios sociales amplios y los recursos se pusieron a disposición de las mayorías, lo cual acabó con negocios transnacionales. Y es que cuando conceptos tan caros como justicia social, libertad y la igualdad son negados, toca al pueblo brasileño,-con el apoyo solidario y fraterno de otros pueblos, partidos y movimientos-, ser el actor y protagonista principal de su propia historia y liberación, sintetiza Prado Franco.
La lucha continúa. Y es que según Verónica del Cid, lo que pareciera que no midieron, fue que, a mayor violencia, mayor movilización ya que con estos hechos de violencia jurídica y política perpetrada hacia Lula, se hace evidente que los pueblos del continente nos acuerpamos y seguimos alertas. “Entendemos que solo en movimiento, unidos y en las calles, vamos a detener esta violencia de los Estados Neoliberales. Reconocemos una vez más, que no podemos ceder ni un tantito, no podemos confiar en los dominadores de siempre, por eso, no nos cansaremos de organizarnos una y otra vez, así como de pensarnos y de accionar en las calles y en las instancias que sean necesarias, para luchar por nuestra emancipación”, expresó con emoción.
Las protestas en solidaridad con Lula da Silva y la restauración de la justicia y la democracia continúan. En El Salvador, el Frente Latinoamericano Socialista ha convocado a una concentración frente a la embajada brasileña este 9 de abril, por la tarde, y el miércoles 11 próximo se hará otra concentración con todas las redes de solidaridad del Frente Farabundo Martí para exigir la libertad total del ex presidente Lula da Silva.
Texto de Sharon Pringle Félix
Last modified: 09/04/2018