Con los escándalos crecientes sobre la imbricación de las grandes plataformas de redes sociales digitales con el modelo de vigilancia imperante y la injerencia en procesos electorales, se fragiliza el mito de la neutralidad que estas empresas buscan fomentar. ¿Qué implicaciones tiene para los derechos humanos y la democracia? ¿Se debe regularlas? ¿En