A 48 años del Golpe de Estado contra el gobierno democrático y constitucional encabezado por Salvador Allende, es menester efectuar una revisión crítica respecto de las secuelas estructurales que dejó la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet, tiranía que contó con muchos adherentes y acólitos que hoy pertenecen al gobierno y a la