“Si el capital propicia la expulsión de mujeres, hombres, niños, niñas, ancianos, y el Estado respalda el robo histórico bajo la inviolabilidad de la propiedad privada, luego, ¿de qué posición se puede buscar la resistencia, la rebeldía, a este sistema de robo en escala social? Esa pregunta es central para volverse a plantear cambios profundos