Luego de la fecha estipulada para la ejecución de desalojo por parte de la Autoridad de los Servicios Públicos y la empresa GENISA (gestora de la hidroeléctrica Barro Blanco), a indígenas Ngäbés Büglés, ubicados cerca al río Tabasará, el campamento de resistencia toma mayor fuerza por la llegada de pobladores de otras regiones de la comarca, la solidaridad de panameños y comunidad internacional.
Esta triste historia enmarca otro episodio de las luchas de los pueblos que defienden los recursos naturales y que cultivan su soberanía alimentaria y vida ancestral con la madre tierra.
Esta epidemia mercantil de acaparamiento obedece a la economía de mercado, cuando transnacionales, empresarios y políticos neoliberales impulsan este modelo de desarrollo que genera mayor pobreza, exclusión y daño al ambiente.
Para las próximas horas, se tomaran acciones ante una resolución emitida por la ASEP, ya que no es clara la información en tomar una decisión de nueva fecha para proceder con el desalojo.
Por otra parte, trabajadores de la empresa GENISA, salieron a protestar por pagos salariales, la cual es otro detonante por la irresponsabilidad de la empresa.
Pero se ha enfatizado, que la empresa busca una estrategia para ingresar y desalojar las comunidades de Kiada, Palomar y Quebrada Caña.
Los indígenas en resistencia y miembros del M10, están en pie de lucha y en vigilia pacifica en el campamento que esta ubicado a orillas del río Tabasará, y quiénes están solicitando solidaridad a la comunidad nacional e internacional.
Por este medio se avisa que hay actividades de apoyo y recolecta de víveres, ya que esta lucha a penas inicia.
Last modified: 19/02/2014