Por: Kathia Gisell Navarro
A finales de siglo cuando estudiaba Periodismo en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá conocí a Sharon Pringle Félix. La recuerdo siempre tan ocupada, corriendo de un lado para otro, entre Panamá u otra parte del continente americano.
Desde ese entonces estuvo involucrada en tantas luchas, su criterio crítico y palabras cargadas de sinceridad forman parte de su esencia así como la valentía de ser ella misma sin temor al qué dirán.
Se define como educadora y comunicadora popular, que rodea las ideas del feminismo y la ecología política. Considera que los títulos son grandes muros que nos separan de otras personas a las que este sistema les ha negado la posibilidad de cursar estudios.
Nació en la ciudad de Panamá, pero en La Chorrera ha pasado la mayor parte de sus 40 años. Estudió en el Colegio Moisés Castillo Ocaña, donde rememora que aprendió a escribir décima, poesía, allí participó en concursos de ortografía y redacción. En la Universidad de Panamá se formó en Radio y Periodismo, además tiene otros diplomas de los que poco habla.
En su anuario se registra que deseaba ser comunicadora social y lo logró, aunque sus familiares pensaron que sería abogada porque siempre fue “peleona”, al sublevarse contra lo que consideraba injusto, por salir en representación de sus hermanas cuando sus padres le negaban el permiso de salir.
Para esta mujer de carácter decidido, alma libre, que odia las imposiciones, nacimos en un sistema estereotipado.
Expresa que sin darnos cuenta podemos adoptar y caer en esa práctica ─estereotipos─ y con eso herimos a personas, discriminamos, violamos el derecho de libertad de “ser” que tiene todo individuo.
Con franqueza responde a las preguntas que hace mucho deseaba plantearle, porque conforme pasan los años está más activa en manifestaciones que generan polémica, que a más de dos a llevado a cuestionarse ¿Por qué anda en esas protestas? ¿Se volvió atea? ¿Ya viste a quién anda defendiendo? ¿Una periodista presa por andar defendiendo prostitutas?
Hay una trayectoria que solo la experiencia labra, otras realidades que debatir y pensamientos que compartir:
- ¿Cree en Dios o en qué cree?
Sharon Pringle Félix: Puedo decir a mis 40 años, después de mucho camino, que soy cristiana no religiosa. Me inculcaron la religión católica; sin embargo, tengo apertura para respetar en lo que quiera creer cada quien. En general, esta decisión la asumí al ver la corrupción en los diferentes sistemas religiosos, que operan en las mentes de personas vulnerables y les enajenan.
- ¿Se hace periodismo en Panamá?
Sharon Pringle Félix: Sí, claro que se hace periodismo en Panamá. El periodismo es un oficio, por tanto, ser periodista no se reduce a poseer un título. Tal parece que existe una confusión con ese tema. No es necesario estar trabajando en un medio de comunicación masivo o comercial, se puede ejercer desde medios alternativos, y de hecho se hace, un periodismo más crítico que no dependa del poder de quienes tienen el control de los medios de comunicación, muchos de ellos están en manos de empresarios, es por ello, que tengo mis dudas de una legítima libertad de prensa. Es mi punto de vista, respeto el de otras personas, y me atrevo a debatirlo sin temores, ¿ves que soy peleona?
Por otro lado, la confusión va en torno al oficio del periodismo. Existen diferentes roles en la comunicación; sin embargo, el hecho per se de que alguien de cualquier otra profesión por tener los medios económicos o la injerencia pueda acceder a un micrófono y hable una serie de salvajadas que desinforman, y cuyo discurso va cargado de estereotipos y prejuicios, porque la almohadilla aguanta la saliva más ácida, no creo que es hacer periodismo.
Escribo para diferentes medios comerciales y soy parte del Colectivo Voces Ecológicas que tiene un medio radial alternativo llamado Radio Temblor; sin embargo, trabajé muchos años en el medio escrito, radial y en los últimos en una TV educativa, por ello no hablo de algo que no haya vivido. Siempre recuerdo al Profesor Agustín del Rosario, cuando decía, hable de lo que usted sabe, de lo otro, muérdase la lengua.
- ¿Son los periodistas parte del engranaje que permite el fortalecimiento de la democracia o herramientas que el poder usa a su antojo?
Sharon Pringle Félix: Soy de la escuela vieja. Fui de la última generación de la escuela de radio de la Universidad de Panamá, eso estudié antes de periodismo, y recuerdo que nos decían que el ideal no era aparecer en TV como una cara bonita, era investigar, dar un servicio a la sociedad. Conocí a gente maravillosa en esos pasillos universitarios, gente seria, con un periodismo intachable, amistades con quienes hemos conversado sobre esto. Sin embargo, no son todos y todas. A veces, aunque no todas, creo que consume el protagonismo y en algunas personas se olvida ese servicio de nuestra carrera, y quedan siendo más visuales que la noticia, lo cual nos dice que algo no está bien en la ecuación. Dime de qué medio vienes y te diré cómo se ponen las personas, ¡Haz la prueba!
Hace poco entrevisté a habitantes de una isla quienes sufren desalojo por un grupo empresarial que está apropiándose de forma inmoral de sus tierras ancestrales, ese mismo grupo es accionista en medios de comunicación, eso explica el por qué esas personas no perciben la cobertura noticiosa balanceada, en algunos casos se guarda silencio.
Entonces, ¿de qué libertad de prensa se habla? Evidentemente, hay un poder tras todo esto, y no necesariamente se te dice, se asume, y podemos hacernos de la vista gorda y decir que no se sufre censura directa, a veces te auto-coartas, eso también masacra la libertad de informar.
- ¿Somos tan open mind como profesamos?
Sharon Pringle Félix: Jajaja me van a odiar mis colegas, pero no importa.
Si no conversas con personas progresistas y solas entrevistas a las mismas fuentes, con el respeto de su profesionalismo, parece que no existieran otras porque siempre son las mismas en los medios. Entonces no se hace análisis, sino reproducción de los conocimientos de esa fuente. Es una mecánica el informar, y no ejerces la apertura a nuevas posiciones, y si te atreves, a veces la pluma de quien edita te lo corta, es la realidad.
Si hubiese apertura de mente, ya se habrían llenado los diarios y la TV de notas balanceadas en torno a la necesidad de educación sexual en los colegios, y no se cometería el error de mencionar el término “ideología de género”, y otras tantas cosas que son impuestas por grupos fundamentalistas y de poder, pero para no ser presa fácil de ello, hay que leer e informarse con fuentes diversas, dejando en la silla de al lado los prejuicios y estereotipos con los que nos criaron.
- ¿Por qué es tan difícil ponernos de acuerdo en si un infante debe o no tener conocimientos sobre sexualidad en los centros educativos?
Sharon Pringle Félix: Somos una sociedad hipócritamente conservadora, en una correlación de fuerzas donde por un lado, están los fundamentalistas con su lavado de mente en seres vulnerables, por el otro, quienes creemos que debemos hablarle claro a la infancia y adolescencia de cosas que ya saben, pero que han aprendido peligrosamente a su modo.
Y no es que nos pongamos de acuerdo o no, hay una parte de quienes se oponen que les aterra hablar de sexo, porque estamos encerrados en tabúes impuestos en la cultura familiar.
Las personas adultas con su “Adultocentrismo”, no parecen entender el idioma de los chicos y chicas, de ahí la cantidad de embarazos; tanto adultos como fundamentalistas prefieren ver las cosas con “pulcritud de pensamiento” y ven mal educar en sexualidad, pero callan a conveniencia ante los casos de abusos a menores por parte de religiosas y religiosos; este tipo de doble discurso y doble moral me da asco.
- Fue detenida en una protesta sobre derechos humanos, ¿infringió la ley para que la privaran de su libertad?
Sharon Pringle Félix: Yo si estaba ahí, dice la canción, jajaja. Bueno ahora rio, pero ese día lloré de impotencia. Unas 5 horas detenida parecen pocas, pero la inmundicia de la sala de detención preventiva de Calidonia es cosa seria.
Como parte de la organización Espacio Encuentro de Mujeres, apoyamos al Movimiento de Mujeres con Dignidad y Derecho de Panamá, en su marcha por el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, no es la primera vez, aunque cada año parece que hay una expresión diferente de inconformidad de un grupo de la sociedad.
Este año caminamos hasta la sede de la Policía, y me correspondió leer parte del Discurso de un “Performance” que hicimos en las calles para denunciar el abuso policial del cual ellas son objeto, desde violaciones, robo de su dinero, golpes, y mucho más.
Hubo mucha represión, la cámara capta cuando en grupos de diez policías nos subían a cada defensora de derechos humanos, y, a las trabajadoras sexuales a los autos para llevarnos. Hubo violencia sicológica, al decir que nos dejarían más tiempo, que nos trasladarían a otras instancias, discriminaban a compañeras trans, a las trabajadoras sexuales las trataban con desprecio.
Considero que nuestra detención, 13 personas en total, visibilizó el problema aún más. Nunca se supieron los cargos, a mí me sacaron de la acera.
- Has protestado junto a prostitutas, homosexuales, personas con otra visión del mundo, ¿ello ha afectado su vida personal, profesional o espiritual?
Sharon Pringle Félix: A mí no, pero sí a mi familia, creo que no les hago los días fáciles. Debes comprender que vengo de una familia conservadora, católica, yo soy la ovejita que se les salió y se dejó crecer la lana más de la cuenta. Mi madre es a quien más le afecta, lloró con la detención, mis hermanos estaban desesperados.
La lucha nos expone inevitablemente, sobre todo cuando protestamos, las cámaras nos enfocan o toman fotografías, entonces, alguien se la enseña a un familiar, y aunque algunas veces ocasiona bromas, en otras, surgen comentarios, en fin, ya les he hablado claro, pero es una situación diaria cuando decides abrazar una causa e ir a la calle a alzar la voz de indignación, y si piensas que no tendrás quien incluso estando al lado te critique, pues no eres para esto, te quedas en casa y pasas en redes haciendo protesta virtual, que es otra forma de accionar.
En lo espiritual creo que no, creo jajaja. Como dije vengo de una familia conservadora, un tiempo quise ser religiosa, le hice un favor a la iglesia por no decidirme, en fin, trabajé 9 años en un periódico católico, tengo amigos sacerdotes, algunos viven la Teología de la Liberación, de esos quedan pocos, en realidad no sé qué piensan de lo que hago, conocieron a una Sharon distinta, pero no me siento afectada.
Tampoco en lo profesional, a pesar de que no sigo los cánones que exige esta sociedad en materia de imagen, no ha pasado a más de un comentario que tomo como ignorancia.
- ¿Participa en batallas perdidas o queda algo por hacer?
Sharon Pringle Félix: Hay tanto por hacer. He descubierto en la literatura y el periodismo esa unión perfecta para luchar desde las letras. Amo lo que hago, respeto a quienes han estado y están en su edad madura, y a las que llegarán, siempre con humildad y ganas de aportar. Las luchas, no son un todo acabado, no lo determinan quienes escribieron los primeros libros o experiencias, pero tampoco se puede invalidarlo hecho, es una construcción colectiva que no se detiene. Desde el feminismo, es posible ponerte esos lentes ultravioleta que no te dejan ya ver las cosas igual, no se vive ya como antes, ves todo fuera de la normalidad.
- ¿Qué significa ser feminista? ¿es un cliché para atacar a los hombres o es un grupo de resentidas?
Sharon Pringle Félix: Cada quien tiene una concepción del feminismo. La mía es que ser feminista es tener un pensamiento crítico, que nace en la teoría pero se hace práctica, donde se conciben y se lucha por los derechos de las mujeres, esos que históricamente le han sido negados, desde ese punto de vista se cuestionan muchas cosas, es velar por esa igualdad de oportunidades, por la no violencia, es soñarnos un mundo donde las mujeres podamos estar en igualdad con los beneficios y roles de los hombres.
Por supuesto, que hay posiciones y expresiones a la luz de las acciones de cada contexto, y en medio de esto, desorientaciones al momento de comunicar la esencia, no siempre somos asertivas en el mensaje, y por ello las críticas.
Debemos salir de la caja de expresiones nuestras y popularizar el mensaje feminista para darles la oportunidad a más mujeres a conocer sus derechos y estas nuevas propuestas.
Foto: Diomedes Domínguez
Last modified: 01/12/2017