Durante una conferencia de prensa con alta participación, en Tegucicalpa, la Sexta Misión de la UITA a Honduras dejó en evidencia la grave crisis de derechos humanos, incluyendo los laborales, que ha venido golpeando a la población del país tras el golpe de Estado de 2009.
“El problema de la tierra se sigue agravando. Crece el hostigamiento sistemático y la represión contra quienes defienden los derechos humanos y los bienes comunes, contra los pueblos indígenas y negros, las mujeres, la comunidad LGBTI”, dijo Gerardo Iglesias, secretario regional de la UITA, tras la lectura del Informe Preliminar por parte de Marcial Cabrera, integrante del Comité Ejecutivo Latinoamericano de la central.
También manifestó Iglesias que el gobierno hondureño sigue flexibilizando y precarizando el mercado laboral, cercenando la libertad de expresión, criminalizando y judicializando a campesinos y campesinas. Todo en total y absoluta impunidad.
“La impunidad sigue siendo el combustible de una maquinaria de terror. La impunidad dispara y vuelve a cargar las armas contra todo aquel que se niega a resignarse y acatar el hambre, la depredación ambiental, la pobreza, la falta de empleo y los empleos basura que no permiten a la gente salir del circuito tenaz de la miseria y la desesperación”, indicó el dirigente.
Del 2 al 8 de mayo, la Misión se reunió, entre otros, con el Comité de Familiares Detenidos y Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), la Unión de Sindicatos de Trabajadores de Alimentos y Bebidas de Honduras (USTBAH), la Red de Sindicatos de la Maquila, la Plataforma Agraria Regional del Aguán, el MUCA, la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), la Asociación Para una Vida Mejor de Personas Infectadas y Afectadas por el VIH/SIDA en Honduras (Apuvimeh) y el Colectivo LGBTI.
También viajó a La Esperanza, Intibucá, para conocer y escuchar en voz de los familiares de la luchadora social Berta Cáceres, y de representantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), cuáles son sus demandas ante tanta impunidad tras 14 meses del brutal asesinato de la líder indígena.
“Es urgente y necesario quitar el velo de secretismo e impunidad que rodea el caso del asesinato de Berta Cáceres, quien había denunciado oportunamente a las autoridades públicas competentes que su vida corría peligro y nada se hizo, convirtiendo este caso en una muerte anunciada”, manifestó el secretario regional de la UITA.
Ante más de veinte medios de comunicación, la Misión informó ampliamente sobre las reuniones realizadas con la subdirectora del Ministerio Público y el ministro del Trabajo, durante las cuales se tocaron temas que atañen tanto a la problemática del acceso a la tierra como a las maniobras de las empresas para seguir tercerizando puestos de trabajo y precarizando el empleo.
“Estamos preocupados por lo que está ocurriendo en el sur del país, donde la transnacional irlandesa Fyffes ha estado negando a cientos de trabajadoras de las meloneras el derecho constitucional y el derecho que les asignan los convenios internacionales ratificados por Honduras de organizarse sindicalmente”, advirtió Iglesias.
Una situación ya difícil que se ha vuelto aún más preocupante después del atentado del pasado 13 de abril contra los hermanos Moisés y Misael Sánchez, ambos miembros del sindicato.
A raíz de esta grave situación de violación de derechos, el pasado 4 de mayo la transnacional Fyffes ha sido suspendida de la membresía de la Iniciativa de Comercio Ético (ETI, por su sigla en inglés), cuya sede está en Londres, Inglaterra.
“De Honduras a nivel internacional ya no se habla. Las autoridades quieren aparentar que aquí todo va bien, que ha bajado el nivel de violencia, que crece el empleo, que el país va mejorando y que estamos dejando atrás los problemas. Por esto es importante que esta nueva misión de la UITA haya podido conocer la realidad que aquí vivimos a diario”, dijo Carlos H. Reyes, miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA.
La misión se comprometió a realizar un exhaustivo informe y darlo a conocer a la opinión pública internacional y socializarlo en la 106.a Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, en junio de este año, como en el 27 Congreso Mundial de la UITA que se celebrará en agosto en Ginebra, Suiza.
“La misión se retira mañana (por hoy martes 9), pero nuestras organizaciones afiliadas y amigas se quedan aquí. Son parte de nuestra familia. Queremos contribuir a la verdad y la democracia, para que en este país quienes defienden los derechos humanos, los bienes comunes y la tierra, el trabajo digno y la libertad de organizarse sindicalmente, no sigan siendo perseguidos como terroristas en total impunidad”, concluyó Gerardo Iglesias.
Fuente: Rel-UITA
Last modified: 09/05/2017