No, qué va. Aquí nunca acaba, una parranda se une con la otra y nos mantiene felices cada día, aunque los descalzos marchen en el lodo. Entre la farsa, engalanado viene el pindín para que le aprueben su ley, pero ayer, ella parió sin protección alguna, sin educación sexual y sin ley. El control de su clítoris, como política pública, resume el interés de los conservadores, diputados y gobernantes corruptos sobre las mujeres. ¡Qué sentido va a tener para ellos educar en sexualidad! Con la fiesta nos acompañan otros males, escándalos, ODEBRECHT, impunidad y más atracos a los fondos públicos, pero no descuidan el saqueo de la propiedad de todas nosotras. Con las leyes, se aprestan a atragantarse en un abrir y cerrar de sesión a ETESA. Sí, la empresa de transmisión eléctrica, aquella que nos quedó luego del banquete privatizador de Balladares. Privatizan lo que es de todas como si fuera de ellos: no nos preguntan, no les importamos, así, nada más por ser excluidas. En el país del agua (para unos pocos) a la tercerización ya en marcha y para solucionar los problemas que el neoliberalismo ha provocado al IDAAN, además de la privatización de los servicios de distribución y administración del agua de todas, la fiesta del momento nos anuncia la iniciativa de ley sobre los mecanismos reductores de presión, con ésta, el agua que no nos llega al grifo nos obligará a pagar otra multa (*). Sus abusos nos provocan náuseas, los políticos, los magistrados y los abogados tecnólogos de la jurisprudencia podrida de la injusticia, comienza a volcar a las rabis y descoloridas a la calle, anunciando que esa fiesta avanza que no cesa y nos arrastra lentamente. ¡Qué siga la rumba, no se nos olvida su impunidad. ¡Seguimos marchando contra su sistema corrupto! (*) Iniciativa de ley del Diputado José Antonio Domínguez, “Proponen medidas para ahorrar agua”. Sancionaría con 100 y hasta 7,000 balboas el incumplimiento. La Prensa, 5 de noviembre de 2017.
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Last modified: 16/11/2017