A TODOS LOS SERES QUE HABITAN NUESTROS SUEÑOS, A NUESTRAS HERMANAS Y HERMANOS QUE SE ENCUENTRAN EN TODOS LOS CAMINOS DE ESTA NUESTRA MADRE TIERRA AL CUMPLIRSE UN AÑO DEL TERREMOTO DE 8.2 GRADOS RICHTER QUE AZOTÓ JUCHITÁN, ISTMO DE TEHUANTEPEC, AL SUR DE LA REPÚBLICA MEXICANA, EL 7 DE SEPTIEMBRE DE 2017.
He aquí una HERMANDAD que nos echó en sus hombros: USTEDES, NOSOTROS, TODAS y TODOS.
Hubo seres quienes nos avisaron en nuestros sueños que una catástrofe se avecinaba. Mientras que la abuela y el abuelo, días antes, señalaban al cielo para interpretar el ambiente, los chicos agachaban la cabeza para mirar el celular, poco caso hicimos al recibir los mensajes. A pesar del olvido, los seres estuvieron con nosotros cuando eran las 23:49 horas y la catástrofe se asomó en nuestros destinos en diferentes formas. Ellos también, como ustedes nos echaron en sus hombros para sacarnos de entre los escombros, algunos vivos, ensangrentados, otros ya no abrieron sus ojos para mirarnos.
El año pasado, por estos días, Catalina lanzó un video grabado desde nuestra Radio Comunitaria Totopo en donde convocábamos a los hijos de la Pachamama a brindar ayuda humanitaria para los pueblos lastimados por el terremoto. Sabemos que ustedes pusieron centros de acopio en sus lugares de origen, nos enviaron abrazos, estrechamos nuestras manos, recibimos de ustedes comida, medicamentos, ropa, dinero, herramientas, campamentos provisionales, terapias, sonrisas.
Hubo 13 ángeles que recibieron en sus manos todo lo que ustedes enviaron y lo pasaron a las nuestras, 13 niñas y niños que llegaron a colaborar para organizar y distribuir la ayuda humanitaria. Llegaban desde las 6 de la mañana, ayudaban a descargar los tráilers, cargaban de todo, parecía que volaban. Después entraban a talleres que ustedes trajeron. Andrea, Marcos (El Pipi), niños incansables. A Jorge le encantaba pintar y los materiales didácticos. Ustedes les han mostrado el camino de la solidaridad. De verdad, ellos jamás olvidarán la acción humanitaria que hicieron para todos.
Ellos, ustedes, nosotros, todas y todos, formamos una HERMANDAD y llamamos a la sonrisa a que volviera como antes, siempre la primera en nuestras pláticas, en nuestras fiestas juchitecas. Sus huellas, sus manos, sus corazones están plasmados, en nuestras nuevas casas, en nuestras casas que aún se edificarán, porque mientras TODAS Y TODOS estemos vivos, nadie se quedará sin una casa digna! Cuando los seres vivos juntamos fuerzas con dignidad, podemos lograr el buen vivir, podemos salvarnos a nosotros mismos de cualquier catástrofe, inclusive la catástrofe propiciada por el capitalismo neoliberal, culpable de la enfermedad de la madre tierra.
Juchitán, es uno de los pueblos originarios que ha luchado por la sobrevivencia de su cultura milenaria, ha defendido su territorio desde la invasión española. Ahora, este país llamado México, sigue ocupando la totalidad de nuestro territorio, los gobernantes ofrecen territorios ajenos al mejor postor. Los parques eólicos transnacionales nos han arrebatado más de 30 mil hectáreas de tierras, la llamada zona Económica Especial es otra forma de despojo para el Istmo de Tehuantepec. Somos la PALESTINA en México, somos buenos juchitecos y juchitecas, como los palestinos, en nuestra lucha no negociamos, no claudicamos, tampoco nos rendimos.
El terremoto nos juntó para reconstruir, proponer, trabajar, comer, sonreír, hablar, abrazar, amar, luchar, fiestar, nacer y, cuando el destino quiera, morir. A todas estas acciones en nuestra lengua diidxazá les decimos GUENDALISAA, hacer familia, HACERNOS UNO SOLO, SOLIDARIDAD, juntarNOS TODAS, TODOS.
“Eres agua, eres aire, eres tierra, eres fuego, eres flor, eres gente, eres pájaro, eres animal, eres cerro, eres piedra, todos somos hermanas y hermanos, formamos un círculo dentro del corazón de nuestra madre Anciana Tierra”.
Espacio Comunal Guuzebenda Radio Comunitaria Totopo Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco
Last modified: 30/09/2018