Más de dos mil migrantes hondureños fueron replegados con gases lacrimógenos por la policía federal mexicana en Chiapas, luego de que la caravana de centroamericanos lograra romper el cerco policiaco instalado en la frontera de Guatemala y después rompieran una valla y una reja metálica ya en territorio mexicano.
“¡Somos hondureños, no somos traficantes, somos inmigrantes!”, gritaban los integrantes de la caravana al abrirse paso hacia el cruce fronterizo.
Los migrantes en respuesta al ataque lanzaron piedras y se replegaron, por lo que la policía federal pudo cerrar la reja de nuevo. Mientras tanto, un funcionario pidió a la caravana que se tranquilizara y les aseguró que serían atendidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) para ser llevados a un albergue del gobierno de Chiapas.
“Por favor no agredan al personal uniformado ni expongan a niños ni mujeres”, pidió el funcionario a través de un altavoz.
Al momento de tirar la reja metálica, una ola de migrantes avanzó al mismo que tiempo que coreaba “Sí se pudo”. Algunas personas se desmayaron por el calor y el aturdimiento, por lo que algunos vecinos les arrojaron agua.
El representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Mark Manly, dijo que el país debe abrir sus puertas a los migrantes, así como brindarles refugio, pues no sólo es una nación de tránsito, sino también de destino.
Los migrantes, principalmente hondureños, fueron obligados a abandonar sus hogares por la crisis económica y política de Honduras, por lo que buscan llegar a Estados Unidos en espera de conseguir mejores oportunidades de vida. Sin embargo, el presidente estadounidense aseguró que no permitirá la entrada de los migrantes y amenazó a los países que les brinden apoyo.
Tomado de www.desinformemonos.org
Fotos: Victor Camacho / La Jornada
Last modified: 20/10/2018