El Movimiento de Afectados por Represas en Latinoamérica (MAR), llevo a cabo el Encuentro Internacional de Energías Comunitarias realizada en Colombia del 18 al 25 de septiembre del 2023, en el cual participaron más de 10 países, donde la Red Nacional en Defensa del Agua, participo y represento a Panamá.
Durante este encuentro se realizó diferentes tipos de actividades como ferias universitarias, proceso de formación a organizaciones comunitarias de los diferentes países mediante ponencias, charlas, talleres entre otros, para el fortalecimiento en temas relevantes como lo es la transición energética en américa latina. Cabe resaltar que durante este encuentro contó con la participación de niños, jóvenes y adultos.
Dentro de la agenda de actividades a realizarse durante el encuentro por parte del MAR, fue la participación en la audiencia pública en el congreso nacional de Colombia, donde se discutía la transición energética, dando como resultado la participación de varias organizaciones comunitarias y presencia de los diferentes ministerios interesados incluyendo el de Minas. Las voces de varias comunidades se hicieron sentir dentro del congreso, ya que son los más perjudicados por los diferentes proyectos, que promueven el desarrollo basado en un maquillaje verde. También hubo participación de la sociedad civil de diversas áreas como educativas y científicas, que hicieron eco a las peticiones de las comunidades de una transición energética justa y real, debido a los grandes retos que se presentan en el ahora y futuro en la historia de la humanidad.
Pese que el gobierno colombiano con su actual administración ha tocado el tema de transición energética, para las diferentes organizaciones, es de suma importancia que se presenten propuestas bajo las realidades de las comunidades, desde los pueblos y para los pueblos, y de que han venido planteando las diferentes alternativas de energías comunitarias que realmente tienen impactos positivos; que han ayudado hasta cierto modo a contrarrestar las problemáticas ambientales e incluso mejorando la calidad de vida y la relación entre ser humano y la naturaleza. Por otra parte, pidieron se revisen las propuestas de transición energética ya que no sienten que va enfocado a una mejor calidad de vida, sino que hay intereses de por medio que pone en jaque el futuro de las comunidades y del país.
Así mismo las alternativas que las comunidades han venido trabajando desde hace mucho se presentaron en la Feria Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Donde se compartió procesos similares de las comunidades y países que estuvieron presentes en dicho evento pero que sin lugar a duda todas con el mismo objetivo, que se reconozca el proceso y formación de energías comunitarias bajo los saberes ancestrales reconociendo las diferentes culturas de las comunidades y su relación con los ríos, el agua y la naturaleza, y que no se confunda con el termino de comunidades energéticas.
Latinoamérica en las últimas décadas ha sido bombardeadas por múltiples proyectos de empresas trasnacionales que han venido escudándose con el termino de “crecimiento económico” para los países, promoviendo empleos y desarrollo más que todo en áreas vulneradas, no solo en su espacio geofísico sino también zonas que se han visto afectadas por el cambio climático en los últimos años. Donde en muchos casos estas trasnacionales son apoyados por los gobiernos donde reina la narcopolítica, para la ejecución de sus proyectos petroleros, hidroeléctricas, mineras y todo proyecto lesivo y extractivo, para beneficio solamente de los grandes poderes neoliberales.
Muchos de estos problemas también parte, desde que las diferentes instituciones que tienen que ver con la conservación de los recursos naturales y/o su protección como lo es el Ministerio de Ambiente, entidades locales o nacional son manipuladas por los poderes económicos, que, en vez de ejecutar bien su trabajo, como por ejemplo; la fiscalización ante incumplimientos de las empresas en temas ambientales o laborales, sino que buscan a toda costa que estos proyectos se logren ejecutar, inclusive hasta el punto de no tomar siquiera los estudios de impacto ambiental, que mucho de estas solamente se basan en reforestar, cuando el problema va más allá que simplemente sembrar un árbol. Por lo que una vez más los pueblos son los afectados y son quienes defienden la vida, los que se enfrentan a las trasnacionales y al propio gobierno llegando en mucho de los casos a represión policial contra el pueblo.
En el libro de Transición Energética en América Latina señala en la parte de Caracterización del modelo energético:
¿energía para qué y para quién?
Todos los países de América Latina buscan, por diversos medios, aumentar su capacidad efectiva de generación eléctrica y de abastecimiento de hidrocarburos. Estos planes se encuentran estrechamente relacionados con las políticas neoliberales que, vía endeudamiento, han generado condiciones para que los países aumenten su infraestructura energética.
En esta expansión, aunque se habla de cobertura, los desconectados del servicio de energía van en aumento en las ciudades, los costos de los combustibles se tornan cada vez mayores y al final siempre hace falta energía: las empresas e industrias crecen al igual que la dinámica del transporte de mercancías y pasajeros.
Así, en muchos de los países de América Latina, los planes de expansión y gran parte de la energía generada se diseñan para abastecer la gran minería, industrias de extracción y refinación de petróleo, industrias textiles, ingenios azucareros, entre otras, que se conocen como industrias o actividades electro intensivas por los grandes consumos energéticos que requieren; en un segundo renglón, se diseñan para el comercio internacional de la energía.
Bajo esta lógica la región se ha establecido como exportadora neta de energía; el 40% de la producción de petróleo se exporta y la electricidad se proyecta en función de garantizar la expansión de actividades extractivas y sus afines. Estos proyectos a su vez encuentran asidero en los discursos institucionales que justifican estas actividades bajo el supuesto de que el modelo económico depende de los ingresos de las exportaciones de minerales, de gas y de petróleo pese a que la balanza fiscal del sector energético muestra que el cruce del pago de regalías e impuestos frente a subsidios, exenciones de impuestos y planes de manejo ambiental de las áreas intervenidas presentan déficit.
Fuente: JUAN PABLO SOLER VILLAMIZAR, Propuesta de Transición Energética en América Latina: Agua y Energía para Nuestra Soberanía.
Panamá no escapa de estas realidades, que por la codicia de unos cuantos quieren vender al país por unos cuantos de dólares. Mientras los diferentes pueblos indígenas y campesinas siguen sufriendo las consecuencias producto de grandes afectaciones ambientales, a la salud y la vida, de los diferentes proyectos que ha llegado a imponer un modelo de vida totalmente destructiva, y enfrentándose al poder neoliberal ya que muchos de estos proyectos se aprueban sin la debida participación ciudadana en las consultas públicas , donde mejor dicho se violentan los derechos fundamentales sin ninguna indemnización ambiental, ni garantía del tiempo que tienen estas empresas para operar, ni el método para la recuperación de la zona procesada para las obras.
Muchos son los conflictos que se han generado en temas socioambientales, territorios, soberanía, y muchos más; sobre todo, desde que entro en debate el Nuevo Contrato Minero que ya tiene un antecedente de inconstitucional que pone en riesgo el futuro del país, por lo que la incertidumbre de lo que pueda pasar es algo que ha preocupado a miles de panameños llevándolos al despertar y darse cuenta de la realidad y las consecuencias a la cual panamá se enfrentaría. Muchos son los gremios, organizaciones y sociedad en general que se han ido uniendo a la lucha contra los proyectos lesivos a la naturaleza, pero aun así tantos el Ministro de Comercio e Industria y la complicidad del Presidente han hecho oído sordo a la queja y petición del pueblo panameño.
Se necesita con urgencia trabajar en propuestas reales donde el modelo de vida sea equilibrada con el uso racional de los recursos naturales, y donde la transición energética sea justa y basadas en las realidades de los pueblos. El gobierno no ha mostrado su apoyo en abordar del tema, sin embargo, sigue mencionando que Panamá es un país carbono negativo mientras aprueban proyectos nocivos al ambiente, dando falsos discursos a nivel internacional lo que resulta totalmente contraproducente en lo que dicen y hacen. Lo que también pone en riesgo la credibilidad del país en ojos internacionales.
El pueblo panameño sigue en lucha contra un nefasto contrato minero bajo el mismo modelo capitalista. Panamá vale más sin minería.
Por: Conzuelo Hooker Trotman. Colectivo Voces Ecológicas COVEC
Last modified: 12/10/2023