La vil represión deja como resultado niños, mujeres y ancianos con graves heridas por el impacto de bala de goma. De la decena de indígenas que se mantenían en resistencia en las riveras del Río Tabasará colindante con el embalse, y servidumbre de Caña Blanca, la mitad fue arrestada sin notificación al cuartel de policía que fueron dirigidos.
Estás decisiones o acciones del gobierno nacional de represión son una violación a las normas de derecho internacional, a los derechos humanos, a la declaración de las Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas, a la Constitución Política de Panamá, a la ley 10 del 7 de marzo de 1997, que creó la comarca Ngäbe Buglé, y al decreto 194 del 25 de agosto de 1999.
Es importante expresar, que mientras el presidente Laurentino Cortizo acude al Cumbre de las Contrapartes del Cambio Climático COP 26, se registran manifestaciones por las incompetencias ante las demandas sociales de diversos sectores sociales. Además, por la ingobernabilidad socioambiental y reales políticas ante el cambio climático y el impulso de la minería en territorio panameño.
El pueblo Ngäbe Buglé y su dirigencia legitima tradicional solicita solidaridad y asistencia a los heridos que aún no son ha recibido asistencia médica y a la ciudadanía en general para frenar esta situación catalogada y tipificada como delito de lesa humanidad.
Por: Basilio Jiménez. Radio Temblor Internacional
Last modified: 31/10/2021