El modelo de los capitalistas necesita vender objetos y servicios no necesarios. No comprarlos quiebra su negocio y poder.
No comprar requiere la decisión de cambiar de forma de vida. De asumir que la responsabilidad por la destrucción del planeta y sus vidas no sólo es de los empresarios arriba. Que hay una manera personal de enfrentarla.
No se trata de los miles de millones de pobres mal alimentados, sin salud, vivienda, agua potable, educación… ellos deben consumir más.
Pero hay un segmento global que puede hacerlo. Son las personas que ocupan el sector medio acomodado del sistema.
La cantidad gigantesca de mercadería destinada al consumismo de la moda, el lujo, lo vano, no puede ser para el 1% sino para un porcentaje numeroso de hombres y mujeres.
Es claro que se extraen recursos valiosos de la naturaleza para satisfacer deseos creados por los publicistas del negocio.
No son necesarios los viajes de turismo a países lejano, los cambios de autos, celulares, ropas, muebles aún útiles.
Hay entusiastas de la obsolescencia programada.
Pronto el capitalismo vendedor obligará a renovar los vehículos al tipo eléctrico, pero no todos lo harán pensando en la salud del planeta sino en una etapa grata para la vida diaria.
Porque el sistema no tiene interés en aprovechar la nueva tecnología limpia para cambiar a miles de millones a la locomoción pública.
Necesita las calles y carreteras aglomeradas de autos particulares.
Como toda lucha habría sufrimiento. Millones de personas tienen empleos en los sectores no necesarios.
Sin embargo el consumismo es insostenible no hay no hay alternativa a su fin.
Apartarse de las normas del modelo es un paso que debe ir acompañado de la preparación de las ideas, los planes, la organización política para estructurar lo nuevo.
En los hechos comprar lo prescindible es fortalecer el capitalismo.
Por una civilización sostenible solidaria
Mientras no haya partidos y movimientos civilizatorios todos ellos como sus masas son conservadores
Por: Rómulo Pardo Silva
Last modified: 05/10/2020