Una investigación del periódico The Guardian publicada este martes revela que al menos 6.500 personas de origen migrante han fallecido en Qatar desde que en el año 2010 el país obtuvo el derecho a organizar la Copa del Mundo de Fútbol del año próximo.
Los números solo recogen la estadística oficial de cinco países asiáticos (India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka), sin incluir otros como Filipinas o Kenia, “que también envían un gran número de trabajadores”. La cantidad de muertes entonces, podría ser sustancialmente mayor.
En todo caso, es preocupante pensar que a dos años del inicio de la Copa y de mantenerse esta progresión, la lista de fallecimientos podría aumentar en al menos 700 personas más.
Según el rotativo inglés los datos han sido obtenidos a partir de fuentes gubernamentales. India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka han reconocido tener contabilizadas 5.927 muertes entre 2011 y 2020. Por su parte, la embajada de Pakistán informó a The Guardian de otros 824 fallecimientos entre 2010 y 2020.
Teniendo en cuenta que la elección se produjo el 1 de diciembre de 2010, la estadística adquiere mayor contundencia, ya que confirma la muerte de al menos doce personas cada semana, casi dos por día. Unos números de siniestralidad laboral que no se recuerdan de ninguna otra organización deportiva precedente.
“Si bien los registros de defunción no están clasificados por ocupación o lugar de trabajo, es probable que muchos trabajadores que murieron estuvieran empleados en estos proyectos de infraestructura de la Copa del Mundo. Una proporción muy significativa de los trabajadores migrantes que han muerto desde 2011 solo estaban en el país porque Qatar ganó el derecho a ser sede de la Copa del Mundo”, explicó a The Guardian el director del grupo legal FairSquare Projets, especializado en derechos laborales en el Golfo, Nick McGeehan.
En cuanto a las causas de los fallecimientos, la investigación del citado medio descubre que la mayoría engrosan la estadística de “muerte natural”, el 69% en el caso de nepalíes y bangladesíes, y un 80% en indios. El resto se reparte entre causas indeterminadas de muerte por descomposición, asfixia por ahorcamiento, y múltiples heridas producto de caídas desde altura.
Al respecto, un informe de Naciones Unidas publicado en 2019 ya advertía que las personas que trabajaban en las obras al aire libre en Qatar, corrían riesgo “extremo” o “alto” por el excesivo calor que hacía durante gran parte de su jornada laboral. Se estima que muchas de esas “muertes naturales” se vinculan a esta situación.
La organización de la Copa del Mundo de Fútbol además de la construcción de siete estadios de fútbol, ha implicado la realización de una gran infraestructura que se extiende más allá de lo meramente deportivo. Carreteras, hoteles, transporte público, e incluso una nueva ciudad que se levanta en el desierto.
Se trata de Lusail, preparada para albergar a doscientas cincuenta mil personas y construida en medio del desierto desde sus cimientos. Según informaciones periodísticas trabajan allí durante las 24 horas, 3.200 personas de origen extranjero. Entre las obras de la nueva ciudad, la que más destaca es el Estadio Nacional Lusai, donde está previsto se realice el acto y partido inaugural, y también el partido final del Mundial.
Tomado de: RedEcoAlternativa
Last modified: 27/02/2021