La incineración es la combustión completa de la materia orgánica hasta su conversión en cenizas, usada en el tratamiento de basuras: residuos sólidos urbanos, industriales peligrosos y hospitalarios, entre otros.
Las incineradoras generan enormes cantidades de escorias y cenizas volantes (al menos el 22,5% en peso de los residuos quemados, según los datos más conservadores), estas últimas pueden contaminar el entorno y deberían ser tratadas como residuos peligrosos. Por tanto, la incineración de residuos urbanos no puede considerarse como una fuente renovable y limpia de energía.
El problema con las incineradoras de desechos es altamente peligroso ya que impacta negativamente en la vida de las personas, al deteriorar el sistema respiratorio y provocar afecciones en la piel; también impacta al ambiente con emisiones de tóxicos como dioxinas, furanos y otros productos químicos nocivos.
En el país por ejemplo se importan aproximadamente un millón de llantas por año destruyéndose casi la mitad de ellas. La incineración de llantas como fuente de combustible en los hornos de cemento, es una actividad no solo permitida sino promovida por el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales MARN, además de ser apoyada por importadores, distribuidores, instancias gubernamentales.
Por ende, en El Salvador se realizará el Primer Encuentro Regional contra la Incineradora los días 22 y 23 de junio.
Last modified: 21/06/2015