Muy pocos ciudadanos a nivel mundial se percataron de la trascendencia de la medida adoptada el pasado 7 de diciembre de 2020, en cuanto a que el agua comenzará a cotizar en el mercado de materias primas de Wall Street, debido a la escasez de este bien.
Como no creemos en casualidades, sino en la Ley de Causalidad, pensamos que la medida tiene como base El TISA — un Acuerdo sobre Comercio de Servicios (Trade In Services Agreement) — que se está negociando de forma secreta desde julio del 2013 por parte de un grupo compuesto por EE.UU. y la Unión Europea (en representación de los 28 países miembros).
Participan, además, Australia, Canadá, Chile, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Estados Unidos, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, México, Nueva Zelanda, Noruega, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Suiza, Taiwán y Turquía
El tratado tiene como objetivo la liberalización de los servicios, y su ámbito es muy amplio: empleo, transporte, comunicaciones, datos, servicios legales, subvenciones agrícolas, educación, salud, residuos, suministro de agua, distribución de energía y comercio digital.
La cotización del agua en el mercado de futuro de materias primas, se basa en precios de las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez del recurso es cada vez mayor, valor que podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua.
El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el “ticker” NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California, que a esa fecha cotizaba a unos 486,53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en EE.UU. equivalente a 1.233 metros cúbicos.
Cabe destacar que China y EE.UU. son los principales consumidores del mundo de agua y, según la ONU, 2.000 millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al vital líquido, mientras que en los próximos años dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua y millones de personas se verán desplazadas.
Es innegable que la vida depende del agua. Este bien tan necesario recubre el 70 % de la superficie de nuestro planeta, lo que no quiere decir que esté siempre disponible en abundancia. De los 1.400 kilómetros cúbicos de agua que hay en la Tierra, solo el 2,5 % es potable, y de las reservas globales de agua dulce, solo un 0,3 % es de relativamente fácil acceso, en ríos o lagos.
La mayor parte del agua del planeta se encuentra en los océanos; solo una pequeña porción, alrededor del 0,01%, fluye a través de los ríos, y sin los ríos muchas otras fuentes, como lagos y humedales, se secarán. Lo que es parte de un sistema natural se está convirtiendo en un problema muy serio debido al calentamiento global, que constituye una grave amenaza para humanos, la flora y la fauna.
Es una verdad irrefutable que sin agua no hay vida, pero el acceso al oro azul es cada vez más escaso debido, fundamentalmente, al cambio climático.
A simple vista pareciera que hay suficiente agua para todos, pero no todas las aguas son iguales. La mayor parte la constituyen los mares, y tan solo el 3% es agua dulce, y ésta se encuentra, sobre todo, en forma de hielo en los polos que se están derritiendo, sin posibilidades de uso.
Cabe señalar que solo una fracción de todos los recursos hídricos está disponible como agua potable, y su distribución es desigual. Mientras hay regiones donde basta abrir el grifo para obtener agua potable, en otras, los ríos, lagos y estanques contaminados son a menudo la única fuente de agua.
El cambio climático está agravando esta situación. Las sequías, los incendios y la deforestación afectan cada vez más a regiones donde antes había suficiente agua y, cuando llueve, el suelo reseco no es capaz de absorber las precipitaciones.
Advertencia oportuna a la ciudadanía mundial, para que se percate de la trascendencia de la comentada decisión adoptada y actúe de conformidad, en cuanto a que el recurso hídrico se cotice en el mercado de futuro de materias primas de Wall Street y, no menos importante, se conjuguen voluntades y esfuerzos dirigidos a combatir fenómenos que merman la cantidad de agua dulce: Cambio Climático (calentamiento global), deforestación y contaminación ambiental indiscriminada.
Fraternal saludo y adelante, siempre adelante, desde nuestro masacrado e intervenido Corinto Bolivariano: Panamá.
Por: Franklin Ledezma Candanedo. Periodista, Escritor y Poeta.
Ilustración: Mohamed Ajeg
Last modified: 14/04/2021