El pasado 25 de mayo del presente, se realizó una reunión en la comunidad de Palizada en el norte de Santa Fe, en la provincia de Veraguas en Panamá. La misma contó con la presencia de miembros de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y centenares de personas de los corregimientos de Calovebora y Río Luis, la primera es una zona directamente afectada con el proyecto de la Cuarta Línea de transmisión eléctrica.
La visita se debió principalmente para documentar el incumplimiento de la ley 37 del 2016 por parte del gobierno panameño y la empresa ETESA (Empresa de transmisión eléctrica S.A.) en el proceso de la construcción de la cuarta línea eléctrica.
Ley 37 de 2 de agosto de 2016 sobre la consulta y consentimiento previo, libre e informado a los pueblos indígenas.
La Cuarta Línea de transmisión Eléctrica es una megaobra impulsada por Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa), sobre el istmo panameño. Específicamente se extiende a lo largo de la costa atlántica de Panamá, desde Chiriquí Grande (Provincia de Bocas del Toro) hacia el este de Panamá (Región capitalina). Cuyo financiamiento es realizado por la Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo privado del Banco Mundial.
Sin embargo, para las comunidades rurales, habitadas por indígenas Ngäbe Buglé y campesinos representa una mega amenaza a su territorialidad y modus vivendi cultural como pueblos soberanos.
Escuchemos declaraciones de Olmedo Carrasquilla Águila, integrante del Colectivo Voces Ecológicas (COVEC):
Ir a descargarNuestro medio ha publicado diversas notas sobre las denuncias que han hecho las comunidades afectadas. Para ampliar sobre el tema, visite abajo el enlace presentado:
Por Dania Betzy Batista Guevara. Radio Temblor Internacional.
Foto: Rogelio Urriola.
Last modified: 31/05/2023