Quizás llama la atención el título de este reportaje, pero lo insoslayable es la narración y contenido sobre la encrucijada que pasan miles de emigrantes hacia su objetivo: el sueño americano.
Isabel Otero, joven salvadoreña, y defensora ambiental, comparte la experiencia dramática por los senderos y medios en que se transportaba como el tren que se denomina La Bestia, para superar los riesgos y operativos policiales para llegar hacia su destino, los Estados Unidos en el año 2000. Aunque su país, post guerra de los años 80, alcanzo la invisible paz, entro también a aplicar políticas neoliberales, que obligo a muchas familias emigrar para buscar mejores oportunidades para vivir.
Y es así, que la historia de Isabel, como otra de miles de experiencias, se convierte en lección para muchas personas. Cuyas razones políticas e implicaciones sociales son latentes, la población centroamérica se mantiene en un estado de incertidumbre, con pocos logros en el inevitable trauma migratorio.
La carencia de recursos para sostener el diario vivir familiar, los estudios de 8 hermanos, la agricultura como único ingreso, y la ola de movilizaciones de gente conocidas por Isabel, la obligo a emprender y unirse a la fila de emigrantes, sin saber las circunstancias a pasar.
Cruzando fronteras de varios países, expuesta al peligro de ser víctima de secuestro por narcotraficantes, de trata de blanca o de órganos, su travesía fue marcada al ser testigo de personas que no pudieron llegar a su objetivo.
Y en esos parajes indomables, al abandono de los estados, agradece a personas y grupos solidarios, que le extendieron sus manos y apoyo para emprender ya en territorio norteamericano, una fuente de ingreso para la nueva familia que engendro con su pareja.
Los años han transcurrido, y aunque nuevas medidas migratorias se ejecutan a partir de la nueva administración gubernamental por Donald Trump, persiste la migración, pero poco visible por los medios de comunicación, en donde personas o familias son desaparecidas, hasta parientes que desconocen si sus propios lograron llegar al propósito descrito.
Y la migración, por doquier en distintos continentes, no es más que una lectura infinita de pesadillas, en que los Derechos Humanos y Estados, ya fueron absorbidos por el negocio humano, la desigualdad y la barbarie en tiempos modernos.
Reedificar nuestra casa común, bajo principios humano, sostendrá el espíritu colectivo, para comulgar que en nuestra propia tierra y aguas, la innovación y productividad tradicional nos hará libre del capitalismo salvaje.
Escuche entrevista a Isabel Otero realizada en El Salvador
Por: Olmedo Carrasquilla Aguila
Fotografía: Isabel Otero junto a miembro ambientalista de El Salvador.
“No hay camino fácil a la libertad en ningún lugar, y muchos de nosotros tenemos que pasar por el valle de sombras de la muerte, una y otra vez, antes de que alcancemos la cima de nuestros deseos” Nelson Mandela
Last modified: 08/11/2017