Entrevista a Roxana Figueroa Calderón:
Amenazas, violencia, exclusión social y judicial son algunas de las características que se vive en Salitre, en donde indígenas BriBri han desarrollado su vida al sur de Costa Rica.
Ya sean ventilado denuncias y presentados informes en materia de Derechos humanos sobre estos hechos, máxime las medidas cautelares emitidas por la corte Interamericana de Derechos Humanos que están vigentes, y las autoridades competentes como gobierno de turno no proceden para restablecer la paz hasta un cese de hostigamiento y acciones directas contra la integridad física de los indígenas.
No hay seguridad, la incertidumbre se apodera del ánimo de las familias indígenas, los infantes expuesto a la violencia, presencian como sus padres son víctimas de las agresiones y amenazas, sin que la ley logre su objeto de salvaguardar la paz y la gobernabilidad de este espacio tico.
Ya han transcurrido días y noches, de quema de ranchos, por los no indígenas conocidos como finquemos, cuyas acciones no son evitadas y condenadas por la policía local, menos por los jerarcas gubernamentales que saben de los hechos.
Sectores de Río Azul y Cebror en Salitre son el punto blanco, en donde los disparos, el fuego, y hasta sangre, se convierten en parte de la vida cotidiana de inocentes personas que legítimamente han vivido en estas tierras.
Y han sido los llamados de los afectados y organizaciones solidarias para que el Poder Ejecutivo retire de inmediato a los finqueros del territorio indígena de Salitre, a prohibir el paso de los finqueros que ya han sido denunciados por agresiones y usurpación, a exigir el castigo a los responsables y cómplices de las agresiones, a exigir el respeto de los pueblos indígenas a su territorio y su autonomía.
Fotos: familias afectadas.
Last modified: 02/09/2015