Conoce cómo se desarrolla la Escuela Internacional Feminista Berta Cáceres en los Balcanes, las Américas y la formación de facilitadoras.
En 2021, desde la alianza entre la Marcha Mundial de las Mujeres, Grassroots International, Grassroots Global Justice (GGJ) y la Red Internacional Indígena (IEN) se organizó la primera edición de la Escuela Feminista Internacional Berta Cáceres (IFOS por sus siglas en inglés). En la Escuela participaron mujeres de todos los continentes, militantes de organizaciones populares. La Escuela no fue un simple curso aislado: se construyó para ser la base de un proceso continuo de educación feminista y popular, como parte de una estrategia de construcción y fortalecimiento del feminismo popular. El libro virtual con el plan de estudios y los contenidos de base de la Escuela se publicó un año después de su comienzo, y se elaboró para contribuir a la multiplicación de esa experiencia en diferentes regiones.
En 2022, basándose en las lecciones aprendidas de la IFOS, las organizaciones dieron inicio a nuevos procesos: una escuela internacional de facilitadoras, además de escuelas regionales en las Américas y la región de los Balcanes. La educación popular está en la base de la metodología feminista que organiza los temas de esas escuelas. La educación popular se basa en la diversidad, en el entendimiento de que el conocimiento no es único y que todas las personas tienen algo que aprender y algo que enseñar. Así, la formación se realiza en grupo, desde los aportes de todas las personas presentes. En los procesos de formación, las mujeres y personas disidentes de género cuentan con un rico espacio para el intercambio de informaciones, reflexiones, conocimientos, saberes y cultura.
Formación de facilitadoras
La Escuela de Facilitadoras está pensada para presentar herramientas que multipliquen la formación. Con la participación virtual de unas 100 mujeres y personas disidentes de género, la escuela arrancó el 25 de abril de 2022 y se desarrollará hasta marzo de 2023, cuando se presentará una guía de metodologías y técnicas.
Profundizar en la comprensión política y pedagógica de los espacios de formación feminista es un objetivo central para fortalecer el propio movimiento de mujeres. Las participantes de la Escuela, mientras llevan a cabo este proceso, investigan y crean prácticas formativas, poco a poco se convierten en facilitadoras de procesos políticos en la construcción de movimientos. La formación siempre va acompañada de la acción.
Para Sophie Dowllar, militante de la MMM en Kenia y participante en la escuela de facilitadoras, la experiencia de aprender entre compañeras de lucha enriquece aún más el proceso. “He aprendido mucho. Desde la metodología hasta las nuevas ideas de planificación y organización para hacer llegar los mensajes más duros a las comunidades… Especialmente con los temas que estudiamos: desde comprender los sistemas de opresión hasta aprender cómo seguir construyendo el movimiento”.
No hay un modelo único a seguir: al llevar sus conocimientos a sus territorios, las mujeres transforman las herramientas metodológicas según la realidad y lo complejo de la vida de las personas. “Cuando pensamos en las mujeres, eso se hace más fuerte, especialmente en la perspectiva de mirar hacia los sistemas de opresión, cómo la interseccionalidad tiene una imbricación con esas formas de opresión. Por lo tanto, ¿qué significa construir este sujeto político plural, sin invisibilizar a las mujeres como sujetas?”, explica Nalu Faria, que forma parte del grupo de metodología de la Escuela.
La Escuela de Facilitadores va por el camino de la IFOS, proponiendo un análisis profundo de esa experiencia, con sus fortalezas y sus retos. El grupo de participantes incluye a las mujeres que participaron en la IFOS, así como a otras militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres, GGJ, IEN, Grassroots International. Las propuestas que desarrollan las participantes tienen como punto de partida la reflexión sobre los principios de la educación popular, sobre qué significa ser una facilitadora o formadora. “En esta Escuela, tenemos muchas expectativas de enraizar un verdadero proceso de escuelas regionales y nacionales”, dice Nalu.
Escuela feminista «Berta Cáceres» en las Américas
La Escuela Feminista «Berta Cáceres» de la Marcha Mundial de las Mujeres de las Américas se desprende de la Escuela Internacional. Las mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres de las Américas comparten entre sí historias y experiencias de lucha, y propusieron generar su propio momento de formación e intercambio a partir de los hallazgos de la IFOS. Se trata de una oportunidad para celebrar debates y crear un espacio colectivo de reflexión.
Las mujeres que participaron en la Escuela Internacional se incorporaron a los equipos de trabajo de la escuela regional como parte de la tarea de multiplicar la formación. Este proceso también fortaleció las alianzas entre la MMM y los movimientos aliados, como ALBA Movimientos, la Asamblea de los Pueblos del Caribe, la CLOC/Vía Campesina, Amigos de la Tierra y la Confederación Sindical de las Américas. La nominación* de las participantes por parte de los coordinadores nacionales de la Marcha y desde sus alianzas aseguró la formación de un grupo diverso, proveniente de 24 países, y con una ampliación de la participación de los países del Caribe, una subregión que la MMM busca fortalecer.
La Escuela Regional es una versión más breve de la Escuela Internacional que aborda tres módulos: sistemas de opresión, economía feminista y construcción de movimiento, con énfasis en las agendas que forman parte de la realidad regional de las Américas, como la lucha antirracista. La economía feminista se presenta como una estrategia de transformación para poner fin a los sistemas de opresión. Marie-Hélène Fortier, militante de la MMM en Quebec y una de las participantes de la escuela, comenta que “la propuesta económica feminista ofrece importantes palancas para un análisis que tenga en cuenta tanto la explotación del trabajo de las mujeres como la explotación ambiental. Esperamos aprender más y llevar esos debates a nuestras organizaciones”.
El otro eje de la Escuela es la construcción de movimiento como un proceso de toma de conciencia para la acción. “Los compromisos que creo que estamos asumiendo en las escuelas regionales es justamente seguir trabajando en cómo profundizar estás ideas y llevarlas a cabo desde el feminismo”, dice Alejandra Laprea, militante de la MMM e integrante del equipo metodológico. “La Escuela Berta Cáceres ofrece un espacio de intercambio con otras feministas de la MMM, algo que consideramos necesario para mantener esta pertenencia al movimiento en cada región”, afirma Marie-Hélène.
Alejandra nos cuenta que la experiencia de replicar la escuela internacional en las Américas reafirma el compromiso de la Marcha con la formación de sus militantes. “Creemos que los procesos de formación son absolutamente necesarios e indispensables para poner en marcha la creación de esta sujeta política que tiene conciencia de su opresión, siente necesidad de cambiar esa opresión y también tener herramientas para poder acabar con el sistema que la oprime”.
Escuela de los Balcanes
La Escuela de los Balcanes tuvo lugar en mayo de este año en Capadocia, Turquía. Mujeres de Bulgaria, Macedonia, Bosnia y Herzegovina, Albania, Rumanía, Armenia, Georgia y Turquía se reunieron durante dos días. Zeynep Alica, que es militante de la MMM en Turquía, participó en la Escuela Internacional y es una de las organizadoras de la Escuela de los Balcanes. Gracias a la IFOS, Zeynep tuvo la oportunidad de ver cómo se puede aplicar la educación popular entre las mujeres. “En mis estudios, la educación popular era sólo una teoría, pero la experiencia de América Latina está más avanzada. Fue una oportunidad para ver cómo se puede utilizar la educación popular y la pedagogía feminista en la educación”, dice Zeynep.
El reto consistía en adaptar la metodología y los contenidos de forma que tuvieran sentido para las mujeres de la región. Durante los intercambios en la escuela internacional, Zeynep comprendió mejor cómo el colonialismo es un problema concreto en los países del Sur global y lo relacionó con las discusiones en su región. “Tenemos una conexión con los temas de la tierra, la guerra y también el fundamentalismo religioso”. La escuela fue el primer encuentro de un proceso de formación que tendrá continuidad para que las mujeres puedan reflexionar sobre sus agendas de lucha en la región. «Esa experiencia fue esclarecedora. Las mujeres no salieron cansadas de los debates, sino entusiasmadas con esos temas”, comentó Zeynep. Uno de los objetivos de esa Escuela fue ofrecer un espacio para que las mujeres de diferentes organizaciones se conocieran y reconocieran, buscando impulsar la organización del MMM en esa región. La participante Mihaela Graciun señaló que los momentos de intercambio como el de la escuela son muy potentes para la construcción del feminismo internacionalista. “La clave del éxito de nuestro movimiento es construir redes feministas más fuertes y amplias que puedan actuar como una sola frente a la represión, pero que igualmente puedan unir muchas voces”.
Fortalecer el feminismo
Todos los esfuerzos por llevar a cabo procesos de formación regional basados en la experiencia de la Escuela Internacional son fundamentales para la socialización del conocimiento y, sobre todo, para la creación de un lenguaje común que permita comprender la diversidad del movimiento.
Para Alejandra, las escuelas son un sueño hecho realidad. “Durante muchos encuentros estuvimos hablando, planificando y señalando la importancia de la formación. Poder haber consolidado y concretado la IFOS e las escuelas regionales es como un sueño. No es más que la concreción del compromiso de replicar la Escuela Internacional en nuestro territorio”.
Para Nalu, las Escuelas buscan “fortalecer un espacio de reflexión y de construcción de una visión común sobre los problemas que enfrentamos, y profundizar la reflexión desde una perspectiva feminista. Fortalecemos la construcción de una economía feminista como propuesta política, estudiando cómo profundizarla en relación a las dinámicas y problemáticas de los territorios donde trabajamos. También queremos que las escuelas se conviertan en una herramienta para nuestra construcción como sujetas políticas”.
Redacción por Bianca Pessoa.
Edición por Helena Zelic y Tica Moreno.
Traducido del portugués por Luiza Mançano
Fuente: Capire
Last modified: 03/08/2022