Como miembro de la combativa generación del 58, y actor y testigo de la brutalidad genocida imperialista, durante los luctuosos suceso de enero de 1964 y 1989, no podemos guardar silencio ante la infamia que han cometido –y cometen- gobiernos tantos, en esta Patria nuestra subordinada a directrices foráneas, con quien inmortalizó gráficamente, la gesta patriótica de enero de 1964..
La histórica foto de estudiantes enarbolando la enseña Patria en la cerca de una infame quinta frontera, hubiese sido razón suficiente, para que gobiernos realmente nacionalistas de esa y otras épocas, hubiesen investigado al autor de la misma, darle el crédito merecido, exaltar sus méritos profesionales, sin tomar en cuenta procedencia de quien arriesgó su vida, para inmortalizar un hecho heroico.
Pero nada de ello ocurrió, y han pasado décadas de ostracismo de quien es más panameño que tantos presuntos nacionalistas, que siguen cosechando frutos de esa gesta inmortalizada por Emilio Gastelú, un peruano que es más panameño que muchos nativos de este país surrealista, en fiesta permanente.
Lo conocí años más tarde, sin saber que era originario de otro país, después de aquella foto histórica, cuando frecuentaba la institución en la que laboraba, con su característica humildad, pero con gran profesionalismo, siempre en el afán de hacer una fotografía impactante, buscando en todo momento primicias gráficas, pero sin esperar opacar a sus colegas de la profesión.
Vergüenza deben tener, aunque es pedirle peras al olmo, que dirigentes gubernamentales de épocas diversas, no le hayan dado a Emilio Gastelú, hace muchísimo tiempo, la nacionalidad panameña, libre de costo, porque todos ellos juntos no tienen la estatura cívica y patriótica de este ser humano originario del Perú, pero con raíces profundas en este Corinto Bolivariano nuestro, ofendido por una clase política corrupta, que cumple directrices de la bestia (666) genocida imperialista.
¿Cuánto más debe sufrir Emilio Gastelú, y tantos más como él (no advenedizos y oportunistas beneficiarios de medidas oportunistas y demagógicas, que favorecen a farsantes que no desean perder sus haberes mal habidos), para que la dirigencia oficial panameña entienda que tiene una deuda histórica impagada, con quien, a través de una fotografía resaltó una lucha generacional, que tanto dolor, sangre y dolor le ha costado –y sigue costándole- al panameño?
Y es que la histórica fotografía de Emilio Gastelú, casi 55 años después, no ha perdido vigencia, porque la gesta institutora y de una ciudadanía henchida de patriotismo, no ha perdido vigencia, porque no se ha perfeccionado la independencia nacional, sujeta hoy a un nefasto tratado de Neutralidad y es que, en razón de mentes colonizadas en función gubernamental, el nuestro continúa como patio trasero del imperio genocida y le hace el juego sucio al neo fascista fabricante de todos los males que padece la humanidad.
Hoy plasmamos, con dolor de Patria herida, subyugada, ofendida local y mundialmente, una historia de injusticia, real y concreta, que se prolonga por más de 55 años, contra el fraternal colega EMILIO GASTELEÚ, más panameño que muchos, que muchos que siguen cosechando dividendos de aquella histórica foto patriótica, que recorrió el mundo, y que retrató de cuerpo entero, al auto definido campeón de la democracia y de los derechos humanos, pero que es el artífice de la destrucción planetaria y que violenta, sin pudor, los derechos de hermanos originarios y afrodescendientes nacidos en su propio territorio.
Con la fortaleza de esa aguerrida generación del 58, que sembramos banderas en una tierra nuestra entregada por serviles al imperio, como actor y testigo de los genocidios de 1964 y 1989, aciago evento este último que produjo fosas comunes y cadáveres que no han sido contados, nuestra palabra vuela libre, para convertirse en denuncia, y denunciar la injusticia histórica, que durante 55 años ha padecido el fraternal colega fotógrafo peruano-panameño, EMILIO GASTELÚ.
Fraternal saludo y adelante, siempre adelante <8indoame08 – 09/11/18). Por: Franklin Ledezma Candanedo
Last modified: 10/11/2018