La separación de la sociedad y la naturaleza participa del viejo sueño de que los hombres podrían llegar a controlar y dominar la naturaleza. Entendemos que la idea de separar lo social de lo natural fue un paso previo a los procesos de dominación y conquista de la naturaleza desde los primeros inicios del hombre. Pero al igual que resulta imposible separar la mente del cuerpo, psique y soma, también lo es extraer la sociedad de la naturaleza, de la cual forma parte.
La sociología, hasta hace algunas décadas basaba su desarrollo, al igual que otras ciencias, en la consideración de lo social como una variable independiente del resto del entorno. La tradición sociológica había desestimado por muchos años el análisis en términos generales, de los factores ambientales como elementos explicativos de los procesos y fenómenos sociales.
De tal manera, teóricos de la Sociología clásica como Durkheim, Weber o Marx, de la Sociología contemporánea y de igual forma de la Escuela de Chicago, siendo estos últimos, los que se negaban a reconocer los efectos que las acciones antrópicas generaban en el ambiente. Habrían hecho escasas aproximaciones al tema socio-ambiental, que si bien, se presentaban como argumentos explicativos coyunturales, no trascendían a una sociología ambiental holística, sino a una reflexión de la relación y dominación que debería tenerse de la naturaleza sin llegar a profundizar en un análisis de la sociedad, y el involucramiento ambiental como relación y conflicto social. Posiblemente, uno de los que más se aproximó a un análisis de la Sociología ambiental fue Federico Engels, en donde denuncia las penosas situaciones en las que vivian los obreros de las ciudades industriales, de la Inglaterra del siglo XIX en Manchester, producto de las condiciones insalubres de las fábricas y los niveles de polución del aire.
Es a partir de la década del 70’, cuando las corrientes analíticas se orientan más a cerrar la brecha epistemológica reduccionista de las ciencias ambientales, y las Ciencias sociales con los sociólogos norteamericanos William Catton y Riley Dunlap, los cuales incorporan de forma más ampliada el factor ambiental, en la explicación de los fenómenos sociales y no desde una manera unidireccional, sino recíproca.
Los criterios que se consideran claves para el cumplimiento base de una Sociología ambiental serían definidos a partir de los siguientes presupuestos:
1. El reconocimiento de que el ambiente es una construcción social, además de una realidad biofísica.
2. Las causas y consecuencias sociales de la crisis ambiental, son en su mayoría de origen antrópico.
3. La obligada interdisciplinariedad de los estudios de impacto ambiental, en la que debe participar la Sociología ambiental, tanto aportando como aprendiendo.
Considerando de importancia estos presupuestos, podemos entender, que un análisis del tema ambiental seccionado multidisciplinario no tendría un impacto mayor sin la consideración epistémica interdisciplinaria. La Sociología ambiental, debe poder identificar problemas de tipo antrópico en nuestros ecosistemas, ya que los impactos ambientales no se están dando a la misma velocidad constante que en las últimas décadas, sino que dicho impacto se ha estado acelerando paulatinamente, motivando esto a los cientista sociales a identificar la participación que ha de tener el hombre en nuestro entorno.
Debemos considerar que los problemas ambientales son bidireccionales, pues al igual que la acción antrópica impacta sobre una biota, comunidad o ecosistema, este proceso impacta sobre las poblaciones humanas asentadas en terrenos inundables, laderas que se erosionan, así como, el cambio cualitativo de los suelos de cultivo por el desgaste y la pérdida de los nutrientes por el uso indebido de agroquímicos.
El análisis correcto y completo del ambiente como sistema, sería aquél que insertase las cuestiones de tipo social en el análisis ambiental tanto de modo “input” como “output”, así como considerándolo un elemento más en los diferentes subsistemas ambientales.
Autor: Carlos Escudero Nuñez
Profesión: Sociólogo
Correo: [email protected]
Last modified: 18/11/2014
Estoy completamente de acuerdo con el argumento del autor. El bien estar de la sociedad y la salud del medio ambiente son intrínsecamente relacionados. Cualquier cambio en uno se refleja en el otro. Gracias por el artículo profesor Escudero.