Por: Miguel Ramos (Economista)
Cuando un país adopta las políticas de libre mercado uno de sus objetivos es que los acuerdos de libre comercio faciliten al país la colocación internacional de sus productos de exportación sean manufacturados o agrícolas. En América Latina dos ejemplos emblemáticos son Chile y Costa Rica cuyas exportaciones han crecido considerablemente.
Pero en el caso de Panamá dichas políticas en vez de incrementar las exportaciones ha tenido el efecto contrario, puesto que las importaciones se han incrementado y los sectores productivos de la economía han disminuido si participación en el Producto Interno Bruto (PIB).
En 1970 el sector agropecuario era cerca del 20% del PIB, al 2017 cayo a menos del 2%. Rubros agrícolas de amplio consumo se han visto muy perjudicados por las importaciones y el caso mas reciente es de una cooperativa de productores de leche que ha desechado su producción, porque no tiene salida al mercado.
Es evidente que los gobiernos de turno desde 1990 han venido instrumentando políticas tendientes a desmantelar el sector productivo de la economía y uno de sus efectos mas perniciosos es el encarecimiento de los alimentos.
Lo anterior lo que indica que más que un problema económico es un problema político porque los grupos económicos importadores utilizan su influencia política para favorecer sus intereses.
Last modified: 31/07/2018