Familias indígenas fueron desalojada de manera forzada, debido al llenado de la represa del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco el lunes 23 de mayo.
Detenciones, agresiones físicas, destrucción de casas, alimentos y muertes de animales domésticos, fueron algunas de las características del desalojo y no evacuación que el gobierno panameño ordeno y la policía ejecuto contra los indígenas.
Además, se dio un caso notorio cuando el Centro Misional “Jesús Obrero” no fue notificado de manera veraz sobre la solicitud de la policía para dar albergue a indígenas. La cual nunca manifestaron la situación que estaba pasando a orillas del río Tabasará con los indígenas.
Así queda demostrado que el gobierno dirigido por Juan Carlos Varela viola los acuerdos pactado en la mesa de dialogo, cuyo principal punto es el no llenado de la represa.
Nuevamente los Derechos Humanos y de los pueblos indígenas son violado sin importar las normas y acuerdos internacional que amparan a los ciudadanos.
Last modified: 25/05/2016