El gobierno de Varela, al igual que otros que le antecedieron después de la invasión, siguiendo las políticas neoliberales, ha tomado una serie de decisiones, que afectan al pueblo panameño, deteriorando sus ya precarias condiciones de vida.
En este sentido, su próxima visita a E.U., para reunirse con el presidente Trump, ha causado revuelo, por el secretismo de la agenda y por el temor de que el gobierno panameño ceda de manera inconsulta, a las exigencias del señor Trump.
La movilización, sobre todo de los trabajadores del IDAAN y el rechazo de miles de panameño, obligaron al retiro del proyecto de ley que pretendía privatizar esa institución y privar del consumo de agua, derecho humano fundamental, a muchos panameños de escasos recursos.
La inseguridad, los pésimos servicios públicos, el alto costo de la vida, la impunidad, las reformas electorales para favorecer a la partidocracia, la destrucción de la producción alimentaria, los escándalos de corrupción y la violación a la Constitución y las leyes por parte de los gobernantes, entre otros, han rebasado los grados de tolerancia de un pueblo, acostumbrado a pasar factura con el voto castigo, el día de las elecciones.
El Decreto 130, inconsulto, con vicios de ilegalidad e inconstitucionalidad y expedido a escondidas, en pocos días transcurridos desde su promulgación, colmó la paciencia de un pueblo que aspira a vivir en mejores condiciones.
La movilización espontánea que se generó, fundamentalmente a través de las redes sociales, en gran medida fue conducida por sectores del movimiento popular, con agenda propia y la determinación de no dejarse manipular por sectores de los partidos tradicionales, ansiosos de ganar adeptos para las elecciones del 2019 y dispuestos a engañar una vez más, al pueblo panameño.
El reciente anuncio de posponer la entrada en vigencia del Decreto 130 y abrir un amplio debate al respecto, debe ser tomada por el movimiento popular como una oportunidad para exigir su derogación definitiva y poner en el centro de la discusión de la política fiscal, el derecho humano de una vivienda digna y que se practique el precepto de que los que tengan más bienes, paguen más impuestos a diferencia de lo que ocurre ahora en donde los trabajadores de bajos salarios y capas medias, son los que relativamente pagan más impuestos.
Pueblo panameño, ya es hora de exigir al Presidente Varela, que cumpla con sus promesas de campaña, ahora en su rol de Presidente de la República, ya que sus inconsistencias lo hacen responsable de la crisis que vive el país, en donde cada día, el pobre se hace más pobre y el rico, más rico.
El MIREN hace un llamado al pueblo panameño, para que a través de sus organizaciones y con su propia agenda, participe de los espacios que exigimos se abran, para la discusión de una política fiscal, que contemple también, de una vez por todas, los intereses de las mayorías, los trabajadores asalariados de la ciudad y el campo, los pequeños y medianos productores y comerciantes.
Para el MIREN, tomando en consideración la gran cantidad de problemas que se han venido acumulando en lo relacionado a los sistemas de educación, salud y justicia, sobre todo en lo que respecta a la impunidad y corrupción, la salida popular es una convocatoria a una Asamblea Constituyente Originaria, que permita devolverle al pueblo panameño, el derecho a escoger libremente, su propio destino.
Panamá, 12 de junio del 2017.
Foto: Carlos Dubois
Last modified: 12/06/2017