El año 2019 se caracterizó por un fuerte avance del neoliberalismo y el fundamentalismo, no sólo en América Latina sino en el mundo, lo que tiene
un innegable impacto en la naturaleza y los pueblos.
En la región un caso extremo es el de Brasil, donde las políticas de su presidente, Bolzonaro, catalizó uno de los peores incendios a nivel planetario, porque afectó a uno de los biomas que más influencia tienen en el equilibrio climático global, como es la Amazonía. Incendios similares se produjeron en Paraguay y Bolivia, siendo su principal responsable, el avance del agronegocio sobre estos ecosistemas, apoyados por políticas públicas.
En apoyo al agronegocio, y con un desconocimiento de todos los estudios científicos que han surgido en los últimos años sobre los impactos de los agrotóxicos en la salud y los seres vivos, en Brasil se ha produjo una fiebre de nuevas aprobaciones de plaguicidas que están prohibidos en otros países. Sólo en 2019, fueron autorizados 197 nuevos permisos de circulación, por parte del gobierno federal. En total, son 2263 agrotóxicos disponibles en el país.
Por otra parte, se abren las puertas para que se pueda extender el agronegocio a biomas que estaban prohibidos, como es el monocultivo se caña en la Amazonía. En este momento El Cerrado, es el ecosistema más amenazado del Planeta, por la expansión de la soja transgénica. En su reciente visita a Brasil, el Relator especial de Derechos Humanos y tóxicos, Baskut Tuncak, expresó de esta manera lo que vio: “Mi visita a Brasil concluyó la semana pasada. Estoy descorazonado por encontrar un país moviéndose a toda velocidad por un camino de veneno y saqueo”.
En relación a Bolivia, al momento hay 1,3 millones de hectáreas plantadas en el país, especialmente en la Amazonía cruceña, pero se anunció una apertura a la frontera de la soja para la producción de biodiesel, en unas 250 mil hectáreas. así como la aprobación de nuevos eventos transgénicos.
En agosto, el Comité de Derechos Humanos de la ONU instó al gobierno de Paraguay a llevar a cabo una investigación efectiva y exhaustiva sobre las fumigaciones con agroquímicos y el consiguiente envenenamiento de los pueblos, incluidos los niños, y la contaminación del agua, el suelo y los alimentos; enjuiciar a los responsables, a reparar plenamente a las víctimas y a publicar la decisión en un diario de gran circulación. Las víctimas son trabajadores rurales de la misma familia, dedicados a la agricultura familiar en el departamento de Canindeyú, un área de gran expansión de los agronegocios y el cultivo extensivo mecanizado de soja transgénica. Esto constituye un precedente en materia de derechos humanos a nivel internacional.
Argentina ocupa el primer puesto a nivel mundial en la cantidad de uso de glifosato por habitante por año (10 litros de plaguicidas por habitante por año). En los últimos 10 años entraron más de 1000 millones de litros de glifosato. Ahora, con un nuevo gobierno, estamos expectante sobre las políticas que se tomarán en relación al agronegocio transgénico.
Entre todos los países del Cono Sur, se siembra 57 millones de ha con soya transgénica.
En México, con cambio de régimen hubo una promesa de revisar todos los permisos y solicitudes de liberación de nuevos transgénicos, pero hasta el momento no se han dado pasos significativos para en esta dirección. En relación a la protección del maíz, hay iniciativas legislativas para proteger al maíz nativo, aunque las organizaciones sociales advierten que esta iniciativa legislativa maneja el lenguaje de UPOV 91.
Este escenario es especialmente delicado, dada la reciente aprobación del nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, que obligaría a México, no sólo adherirse a UPOV 1991, sino que se propone un sistema armonizado para tratar los organismos modificados, incluyendo nuevos eventos que usan nuevas tecnologías moleculares, como la edición de genes.
Aún no están resueltas las acciones legales que se llevan a cabo en el Sur Oeste del país (Campeche Yucatán y Quintana Roa) sobre la soja transgénica, que afecta a los bosques, el agua y a los sistemas productivos, especialmente a la producción de miel. En Quintana Roa un juez ordenó, por presión de Monsanto, que se haga una consulta sobre el tema, pero previamente el Estado tenía que recabar la mayor cantidad de información científica disponible sobre los impactos del glifosato. Eso se tendrá que cumplir en 2020.
En Guatemala, un importante centro de origen de cultivos y de agrobiodiversidad, entró en vigencia en octubre de este año, un Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismos Vivo Modificados para el Uso agropecuario (a través del Acuerdo 270-2019), que facilitaría la liberación de transgénicos en el país. El Acuerdo surgió como parte de la Unión Aduanera Guatemala – Honduras, que tiene como propósito el libre tránsito de mercancías entre los países. Desde 1997 Honduras produce maíz transgénico, y este año expidió el Acuerdo 008 de 2019, que le permite aprobar uso de nuevas técnicas de moleculares (como la edición génica).
En el lado de las buenas noticias, en Ecuador se gana un juicio, luego de encontrarse soja transgénica creciendo en un país declarado constitucionalmente, libre de cultivos y semillas transgénicas. El Ministerio de Agricultura tiene que decomisar y quemar semillas y cultivos que encuentre en los procesos de monitoreo que debe realizar de manera obligatoria, y colocar en su sitio web “Ecuador es un país libre de Transgénicos”.
En Costa Rica, luego de la oposición popular (especialmente de la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente FECON), se suspendió el permiso de sembrar piña en el humedal Térraba-Sierpe. El proyecto piñero Hacienda Doña Victoria, que pretendía utilizar 600 hectáreas para el cultivo de esta fruta, tiene 80 hectáreas de humedal, 64 de bosques, acuíferos y sitios arqueológicos.
En Perú se mantiene la moratoria a los cultivos transgénicos.
Por otro lado, se ha incrementado la conciencia en todo el mundo, sobre el efecto de los plaguicidas y transgénicos en la vida silvestre, particularmente en los polinizadores, y lo que implica el colapso de las poblaciones de abejas, y otros insectos y pájaros que cumplen este importante rol en la continuidad de la vida y en los procesos productivos agrícolas.
GLIFOSATO, EL PRINCIPAL INGREDIENTE DEL PAQUETE TRANSGÉNICO
Una oleada de juicios contra el Roundup. Cuyo ingrediente principal es el glifosato se desata en Estados Unidos, y en otros países como Brasil, Australia y Canadá, por su probada relación con el linfoma no Hodgkins.
Esto ocurre mientras siguen aumentando las evidencias sobre los nefastos efectos del glifosato, y otros agrotóxicos sobre la salud humana, como el estudio hecho por un equipo científico de Holanda, Francia e Italia, publicado en bioRxiv[i], donde se muestra que este herbicida afecta a nuestra flora bacteriana, la misma que juega un papel fundamental en varios procesos metabólicos; mientras que otra publicación reciente muestra que el glifosato afecta la metilación y apoptosis en células humanas. Estos son dos mecanismos epigenéticos que han evolucionado para que las células enfrenten problemas como el cáncer[ii].
De la misma manera, varios gremios científicos demandan la prohibición de este agrotóxico, incluyendo por ejemplo a la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) que pidió la suspensión global del glifosato y su exposición toda la población. Esto lo hacen basados en “evidencias que señalan los efectos de la exposición a químicos en la salud de los humanos”.
FUERA DE LA REGIÓN
En esta misma línea la administración Trump ha liderado una política de abierto apoyo a las transnacionales que producen transgénicos y agrotóxicos. En esa línea, anunció que retirarán y reevaluarán las reglas propuestas bajo la Administración Obama que modernizarían la forma en que el gobierno federal regula los cultivos genéticamente modificados.
Por otro lado, están en camino la desregulación de una gran cantidad de cultivos transgénicos, incluyendo alimentos frescos y frutas. A esto se suma la desregulación de nuevos plaguicidas. Al respecto, la Relatora Especial del Derecho a la Alimentación Hilal Elver criticó que “Trump y los ejecutivos de la industria han hecho que el gobierno “reconsidere” la forma en que evalúa la amenaza de los pesticidas”.
En ese mismo país, la Corte Federal dio luz verde a la EPA para la comercialización del salmón transgénico, que ha sido manipulado para que crezca más allá de lo que sería posible en condiciones naturales, afectando a la fauna nativa. Los grandes supermercados dicen que no lo comercializarán.
En contraste, a nivel estatal, en Nueva York se restringe el uso de otro plaguicida muy cuestionado, el Clorpirifós porque la evidencia demuestra que genera daño cerebral en niños.
Johnson, el primer ministro británico anunció que, con su salida de la Unión Europea se adoptarán nuevas políticas en favor de los transgénicos.
Luego de más de dos décadas del desarrollo del llamado “arroz dorado”, finalmente se lo aprueba en Las Filipinas para su consumo, lo que ha provocado el rechazo de la sociedad internacional, incluyendo de gremios científicos y organizaciones de campesinos y de consumidores
NUEVAS TECNOLOGÍAS MOLECULARES
Se impulsa con gran fuerza las nuevas tecnologías CRISPC – Cas, y se está utilizando para todo tipo de otros propósitos, desde la manipulación de cultivos y malezas (para que estas puedan mantener la susceptibilidad a herbicidas, y poder seguir usándolos de manera masiva), la generación de vacas sin cuernos, hasta trabajar en huellas celulares digitales, y el registro de lo que sucede dentro, siendo su expresión más extrema, la creación de impulsos genéticos, que ya se está aplicando para eliminar poblaciones de insectos que son vectores de enfermedades, lo que puede luego extenderse a la eliminación de especies exóticas invasivas de algunas islas, como las ratas exóticas de Galápagos, sin que se comprenda las implicaciones en el curso de la evolución.
En ese sentido, el anterior Gobierno de Argentina hizo una declaración favor de la edición génica, y abogó para que se eviten los obstáculos al comercio de los productos agrícolas mejorados por edición génica ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el marco de la 74° Reunión del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SPS), la que cuenta con el apoyo de varios países.
El año se acaba con el anuncio de que el científico chino que el año pasado provocó una polémica mundial al traer al mundo a los primeros bebés genéticamente modificados, fue sentenciado a tres años de prisión y a una fuerte multa. El investigador He Jiankui anunció en noviembre de 2018 el nacimiento de unos gemelos con el ADN modificado para que pudieran resistir al virus del sida que había contraído el padre. Esto a pesar de que en China hay una línea de edición genética con humanos.
No quiero acabar esta reseña sin dejar de reconocer y saludar el resurgimiento de los movimientos sociales latinoamericanos en contra del neoliberalismo, y contra los impactos de este sistema económico sobre la vida en el Planeta y su gente.
[i] https://www.biorxiv.org/content/10.1101/870105v1
[ii] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0887233319307969
Por: Elizabeth Bravo. Acción Ecológica
Last modified: 10/01/2020
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Balance 2019 sobre los transgénicos y agrotóxicos