El día 2 de mayo de 2018 a las 11 de la mañana fue asesinado con arma de fuego el integrante de la Asociación de Víctimas y Afectados por Megaproyectos ASVAM, El Aro del municipio de Ituango, articulada al Movimiento Ríos Vivos Antioquia, Hugo Albeiro George Pérez de 47 años habitante de la vereda Filadelfia. Dejó una gran familia de 12 hijos de los cuales 10 son menores de edad, en su gran mayoría mujeres, una bebé de meses y una nieta que estaba a su cargo. Su esposa barequera del río Cauca, ama de casa, agricultora y gran trabajadora no sólo sufre el dolor de la pérdida sino la angustia por el sostenimiento de esta gran familia en medio de las afectaciones por Hidroituango.
En el ataque perpetrado en el corregimiento de Puerto Valdivia también murió el mototaxista Domar Egidio Zapata George de 23 años, quien era sobrino del integrante de Ríos Vivos asesinado.
La familia George ha habitado de manera ancestral en la finca Manzanares y son poseedores de buena fe de estas propiedad. Han sido afectados de innumerables maneras por la construcción de Hidroituango, en las que sobresalen el no reconocimiento de la posesión de la finca de la cual dependen más de 50 personas, que son la familia extensa y los daños a los cultivos, los caminos de herradura, la pérdida de semovientes, de árboles maderables y frutales causadas principalmente por la construcción de la vía entre Puerto Valdivia y la Presa. Además, los integrantes de la familia son víctimas del conflicto armado, sobrevivientes de las olas de violencia del corregimiento de El Aro en Ituango.
El asesinato se da en el contexto de la movilización social iniciada el mismo día en horas de la mañana por las comunidades del corregimiento de Puerto Valdivia en vista de la angustia que vive la población aguas abajo del muro de la represa por una posible avalancha y la emergencia social y ambiental producto del represamiento sin control que se da por la obstrucción del túnel de desviación de las aguas del río Cauca. La obstrucción se da por la gran cantidad de material vegetal talado y no recolectado por EPM arrastrado por el río al que se le suma los reiterados desprendimientos de tierra de las laderas del Cañón y del interior de los túneles. El temor crece al escuchar posibles explosiones como medio para superar la situación o peor aún un “llenado prioritario de la presa” con los riesgos que esto implica y sin ninguna medida para la población aguas abajo ni aguas arriba, sin atención de los graves impactos psicosociales que hoy se viven. El corregimiento es un caserío ribereño que nunca había visto la disminución del caudal de la manera como se vive hoy, muchos de sus pobladores temen por su vida y exigen reubicación a EPM.
Como Movimiento social expresamos nuestro profundo dolor por el asesinado de nuestro compañero al mismo tiempo que se asesina al río Cauca. Exigimos justicia social y ambiental, que no queden en la impunidad estos delitos, que pare el asesinato de lideres y defensores de derechos humanos en Colombia y que se nos permita expresar libremente nuestras ideas, protestar y continuar exigiendo nuestros derechos al Estado y oponiéndonos a la política minero energética.
Exigimos se investigue con toda rigurosidad el asesinato y se haga justicia con los perpetradores intelectuales y materiales del crimen. Se brinden garantías de seguridad para la familia y los demás integrantes del Movimiento durante las honras fúnebres que se realizará en Puerto Valdivia. Se implemente con carácter urgente el Plan de Prevención y Protección colectivo del Movimiento Ríos Vivos Antioquia. Se investigue y sancione a los responsables de los impactos que hoy sufren las comunidades por el represamiento del río Cauca. Se atiendan a cada una de las familias afectadas con carácter urgente tanto aguas arriba como aguas abajo.
¡Ríos para la vida, no para la muerte!
Tomado de la página: www.prensarural.org
Last modified: 06/05/2018