Escribo este artículo en este mes, dedicado a resaltar las fechas históricas de nuestro país. Debemos recordar y resaltar a hombres y mujeres que a lo largo de nuestra vida como país han dado glorias a Panamá. Por ello, hoy escribo acompañada de la autobiografía de Durán, la cual nos ha permitido conocer de viva voz su vida, en el libro titulado ‘Yo soy Durán’. Durán ha permanecido en el corazón de las/os panameños con las alegrías de sus triunfos y las tristezas de las pocas veces que perdió, y que hoy deseamos honrar.
Durán creció en una sociedad, como muchos niños panameños, a quienes no se les garantizaban los recursos necesarios que les permitieran satisfacer sus necesidades básicas. Así, nos relata Durán que él fue un niño de la calle, mis vecinos eran ladrones… nunca pasé más allá del tercer grado… luchaba junto a Pototo, mi hermano, para encontrar comida para proteger a mis hermanos. Nací en la Casa de Piedra un 16 de junio de 1951. A los Gobiernos de la época les tenía sin cuidado cosas como la educación y darle seguridad a la gente.
Es en ese diario caminar que Durán conoce a Cándido Natalio Díaz, más conocido como Chaflán. Chaflán siempre estaba rodeado entre 10 y 15 niños que lo seguían haciendo volteretas en el aire y parándonos en sus manos mientras él bailaba, con el objeto de llamar la atención y la esperanza de que alguien les lanzara dinero a sus pies para llevarlo a sus casas. Vendíamos periódicos, lustrábamos zapatos, el dinero que lograba obtener se lo llevaba a su madre.
Pese a todas las limitaciones que tenía la familia, Durán señala que ‘Gracias a Dios no era un ladrón y nunca en mi vida he fumado… aunque la veía a diario nunca consumí drogas; me siento orgulloso de ello’. El trabajar, pese a ser un niño y ganar de manera honrada aquellos reales con los que contribuía a ayudar a su madre, cimientan la calidad de persona en que se fue forjando Roberto Durán.
En 1962 Ismael Laguna, se convierte en el campeón peso pluma panameño, quien sería mi ídolo, el llamado ‘Tigre Colonense’.
A los 14 años, define que él quería ser boxeador, inspirado en Ismael Laguna. Así inicia una carrera boxística, de cinco décadas, como él mismo lo señala: ‘Más de cien victorias, setenta por nocaut. Cinco títulos mundiales en cuatro divisiones diferentes. Fui campeón mundial a los veintiún años, campeón nuevamente a los treinta y siete. Peleé durante cinco décadas, desde 1968 hasta 2001. La gente me considera el mejor peso ligero de todos los tiempos…’.
Leer el libro Yo soy Durán, nos permite conocer no al hombre fuerte, que al decir de él se transformaba en el ring, sino al ser humano, valorar su tenacidad, su humildad, a un ser eminentemente solidario y como él también lo dice ‘soy un hombre de familia que ama a su esposa…’.
Durán ha contribuido a que nuestro país sea conocido a través de la figura de Manos de Piedra Durán.
Un hermoso relato en el libro es cuando Nelson Mandela quiso conocer a Durán. Durán estaba en Sudáfrica, al enterarse Mandela de que él se encontraba, lo mandó a buscar ya que él quería conocerlo. Nos dice Durán que al posar sus ojos en él, Mandela exclamó ‘Manos de Piedra’. El presidente tenía en ese momento setenta y nueve años y había pasado veintisiete en prisión. Estaba muy contento. También se encontraba Marvin Hagler. Caminábamos por el césped y él, Mandela, puso sus brazos alrededor de nosotros dos.
‘Han puesto el boxeo sobre nuevos cimientos —dijo Mandela— porque los días de arrastrar y aguantar han pasado…’, él comenzó a contarme de su vida. Antes de que lo encerraran había sido boxeador amateur y seguía siendo un fanático del boxeo, a pesar de que Mandela había estado encerrado durante toda mi carrera, relata Durán.
Del 2 al 5 de octubre se llevó a cabo aquí en Panamá la XIX Reunión Regional de la Organización Internacional del Trabajo, es la reunión más importante que se hace fuera de Ginebra, después de la Conferencia Internacional de la OIT que se lleva a cabo en junio de cada año y que en el 2019 se cumple el centenario de haberse creado la OIT. El director de la OIT, Gay Reader, señala que Panamá ha tenido figuras muy importantes como Rubén Blades y Roberto ‘Manos de Piedra’ Durán. Cuando mencionó a Durán fui una de las que gritó en apoyo a Durán, siempre lo admiré por su valentía, aún cuando las últimas peleas no las vi, por el temor a que le pasara algo.
Gracias Durán y gracias a George Díaz por haber redactado la autobiografía Yo Soy Durán.
‘He tenido una vida difícil, pero también muy bella. He vivido como he querido vivir, he hecho casi todas las cosas que he querido hacer y sin embargo, he sido un hombre de familia…’, R. Durán.
Por: Nelva Reyes
Last modified: 07/11/2018