Cajamarca, es la provincia ubicada al norte de la capital de Lima, Perú. Cuya historia es diversa y enriquecedora sobre el desenlace del Inca Atahualpa en el año 1532. Ademas, posee una riqueza natural y productiva por las comunidades rurales que por década han mantenido su forma de vida y cultura. Sin embargo, esta zona ha sido codiciada por la extracción de oro y demás metales, tomando auge en la economía internacional en la década de los 90. Generando el conflicto entre los pobladores y la empresa Minera Yanacocha, a partir de 1993.
Escena que se une a miles de tantas en nuestro continente, en donde el discurso desarrollistas de las empresas prometen sacar de la pobreza y mejoraras a la calidad de vida. Vociferando que con la nueva era de la tecnología, el extractivismo es sostenible y amigable con el ambiente.
Yanacocha es considerada la mina de oro más grande de América Latina y la segunda más grande del mundo. De propiedad de la empresa multinacional Newmont Mining, llega en 1990 al Departamento de Cajamarca, al norte del Perú, prometiendo el anhelado “desarrollo” para Perú. En 1993 comienzan sus operaciones. Cuyas evidencias negativas comienzan a registrarse en la destrucción de ecosistemas, remoción de tierras y contaminación de las aguas. Además, el proyecto minero es objeto de denuncia, ya que dividió a las comunidades debido a los procesos de compras de tierras.
En este contexto nace el “Frente de Defensa de Cajamarca”, organización que emprendió y hasta el día de hoy actúa, con movilizaciones y manifestaciones contra la minera.
Escuche declaraciones de Sara Guerra Villa de la resistencia ante la minería en Cajamarca
Por: Olmedo Carrasquilla Aguila
Last modified: 15/11/2017