Cada cierto tiempo, los aparatos de inteligencia gubernamentales de EEUU se acuerdan de Panamá y comienzan a agitar consignas desde sus fiscalías en Nueva York o Miami. La situación más reciente se refiere a la detención de dos personas por órdenes de la fiscalía del Distrito Sur de Manhattan (en Nueva York) acusadas de visitar la ciudad de Panamá en 2011 o 2012 para espiar a las embajadas de EEUU e Israel, así como el Canal de Panamá. El caso se pone mucho más grave ya que los acusados son asociados con Hezbola, declarado por EEUU como enemigo y – como consecuencia – grupo terrorista. Hezbola fue creado por el Líbano a fines del siglo pasado como fuerza paramilitar para liberar a la zona sur de ese país de la ocupación israelí. En la actualidad, trabaja junto con el ejército del Líbano y otros grupos armados contra las incursiones periódicas israelíes.
Los fiscales de Nueva York probablemente obtuvieron su información de la Embajada de EEUU en Panamá. La Embajada, a su vez, cuenta con agentes permanentes de la CIA entre su personal diplomático. Se especializan en crear situaciones que le permite a EEUU intervenir en el país huésped. Lo difícil de entender es porqué ‘desentierran’ a dos libaneses en Nueva York que visitaron Panamá hace 7 años para crear zozobra en torno a la seguridad de sus embajadas en Panamá. Aún más, regresamos al debate de hace 40 años cuando se negoció el Tratado del Canal: ¿Quién puede defender el Canal de Panamá? En aquella época Panamá se comprometió a hacerlo. Hasta la fecha ha cumplido con la misión. ¿Quiere EEUU poner fin a esa capacidad de los panameños para así intervenir directamente en los asuntos internos del país y en la seguridad de la vía interoceánica?
Cada vez que EEUU inicia una campaña soterrada de desestabilización tiene un propósito muy concreto. En 1941 separaron al presidente Arnulfo Arias de la Presidencia cuando éste le exigía a Washington un pago más sustantivo a cambio de permitir la instalación de más bases militares. En 1955 fue asesinado el presidente José A. Remón, colaborador militar pero también sospechoso de estar asociado a los negocios de las drogas de EEUU. En 1981 el avión en que viajaba el general Omar Torrijos se estrelló contra un cerro. En 1989, EEUU invadió militarmente Panamá con el supuesto de ‘arrestar’ al general Noriega, también asociado a las agencias de control de drogas del país del norte.
¿Qué persigue EEUU con el arresto de dos libaneses que asocia con actividades “terroristas” en Panamá? Además, apenas 10 días antes del viaje del presidente Juan C. Varela a la Casa Blanca para entrevistarse con Donald Trump. Aún no se ha informado sobre la agenda que discutirán los dos mandatarios. ¡Qué oportuna la detención de los libaneses en Nueva York! Veamos que puede estar detrás de la acción de los fiscales de ‘Lower’ Manhattan. Revisemos tres motivos:
En primer lugar, la Casa Blanca podría tener interés en incrementar su presencia militar en Panamá. Cumpliendo con los Tratados Torrijos Carter (1977), Washington ordenó evacuar su última base en Panamá en 1999. Desde aquella fecha, contrario a la Constitución y a la ley panameñas, EEUU y Panamá han construido 12 bases navales en ambos litorales. Además, crearon el Servicio Nacional de Fronteras. Al presidente Trump le sobran fondos para cualquier aventura militar. Le pidió al Congreso un aumento de $40 mil millones para el presupuesto militar.
En segundo lugar, Trump necesita crear un escenario espectacular a escala internacional y podría escoger a Panamá para ese propósito. EEUU escogió a Panamá varias veces en el siglo XX.
Tercero, Trump envió la IV Flota a las costas de Venezuela y el Comando Sur organiza maniobras militares en la región amazónica con Colombia y Perú. Aparentemente Panamá también ha sido invitada. ¿Quiere convertir su oposición al gobierno del presidente Maduro en una guerra civil? ¿Seguirán Bolivia y Ecuador?
En este escenario tan complicado, reaparece el Canal de Panamá como pieza central. ¿Quiere Trump ‘tomarse’ la vía interoceánica como lo hizo su héroe Teddy Roosevelt hace poco más de cien años? Más del 70 por ciento de las mercancías que pasan por el canal de esclusas van o vienen de EEUU. No hay que olvidarse que detrás de los fiscales norteamericanos está el Ejército más poderoso del mundo.
Por: Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA
Gráfico: Osama Hajjaj
Last modified: 21/06/2017