El área de Corozal a orillas de la entrada sur del Canal de Panamá se ha convertido en un botín para diferentes sectores de la clase dominante panameña y sus socios en el extranjero. Su vecindad con el puerto de Balboa hace que se especule en convertirlo en una extensión de esa facilidad. El grupo que se adueñe de las 120 hectáreas haría ganancias multimillonarias.
El proyecto de puerto en Corozal que promueve la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), empresa estatal al servicio del sector privado, iría en contra de la máxima del general Omar Torrijos quien señaló que lo conquistado en las luchas generacionales tenía que beneficiar al pueblo panameño. La posición geográfica de Panamá ha sido asaltada por los especuladores que utilizan el soborno para ‘disciplinar’ políticos. Demagógicamente se sirven de lo que llaman equivocadamente las ‘leyes del mercado’ (monopolio) para justificar lo que es un atraco.
Mientras que los especuladores se pelean las 120 hectáreas de Corozal, en varios países vecinos se construyen puertos para acomodar la demanda de las grandes empresas de transporte marítimo. El fenómeno denuncia la incapacidad y la poca visión de los gobernantes panameños. Esta es la oportunidad para que Panamá comience a desarrollar el país construyendo puertos en el litoral, tanto del Pacífico como del Caribe. Los puertos significarían inversiones en el interior del país que se comunicarían – a corta distancia – con el Canal de Panamá por vías férreas y otras alternativas.
Los puertos de Colón y Balboa – en los extremos del Canal de Panamá – son los más grandes de América latina. En 2014 manejaron 6.7 millones de TEU (contenedores). En 2001 ambos puertos apenas movían 1.5 millones de TEU. La ACP pronostica que sólo el puerto en Corozal estaría manejando a corto plazo 6 millones de TEU. Si los cálculos de la ACP tienen fundamento, sería un tremendo aporte a la economía del país. Pero no se puede dejar en manos de los especuladores que no le aportarían beneficios (desarrollo) al país.
Hay que quitarle el mando de la vía interoceánica, de los puertos y del país al pequeño grupo de especuladores que se turnan para gobernar en forma alternada. Invirtiendo en el interior del país todos los panameños se beneficiarían. Si Mariel (Cuba), Kingston (Jamaica), Buenaventura (Colombia) y Limón (Costa Rica) están invirtiendo más de mil millones de dólares en las nuevas facilidades portuarias, que le impide a Panamá construir puertos en su propio litoral.
Hay un obstáculo. Los especuladores no se beneficiarían tanto y las ganancias no serían inmediatas. La construcción de los puertos con la más alta tecnología en el interior requeriría un par de años. Los beneficios para el país serían inmediatas con la creación de empleos, la demanda de nuevos profesionales y el desarrollo de economías locales. En 20 años los ingresos representarían 50 mil millones de dólares. En la actualidad, los puertos en Balboa y Colón no representan ingresos para el fisco ya que sus concesionarios aseguran que sólo tienen pérdidas a pesar del movimiento récord de contenedores.
La ACP confiesa que el movimiento “adicional que vendría por la ampliación del Canal se tendría que atender en otros puertos regionales”. Si Panamá “no incrementa la oferta portuaria, las navieras tendrían que llevar sus operaciones de trasbordo a otros puertos. Esto afectaría negativamente la competitividad portuaria de la ruta panameña, con la consiguiente pérdida de ingresos potenciales”. Pero en vez de pensar en el desarrollo del país, piensan en los negocios con los especuladores.
La ACP ya tiene su plan para negociar concesiones con los especuladores. “El plazo de duración de la concesión será de 20 años con la posibilidad de renovación a opción de la
ACP hasta por 20 años adicionales”. Un total de 40 años. La ciudad de Panamá sufriría los embates ambientales del puerto en Corozal y el país no recibiría beneficio alguno.
La ACP, por probable desconocimiento, asegura que no habrá impacto ambiental debido a su capacidad para mitigarlos. Señala que “el puerto en Corozal aplicará los principios generales de un puerto verde: 1. Proteger a la comunidad de los impactos ambientales nocivos, 2. Reducir las emisiones de gases provenientes de las operaciones del puerto y 3. Emplear la mejor tecnología disponible para evitar o reducir los impactos ambientales”.
No convence. La mejor tecnología consiste en dispersar las facilidades portuaria como hicieron Barcelona, Nueva York y Ámsterdam.
Por: Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA.
Fotografía: @757LiveCu
Last modified: 17/03/2017