El Festival del Trueke de las Comunidades en Resistencia se tomó la plaza de la República (en el centro de Quito), ayer miércoles 20 de enero. Participaron varias delegaciones de Intag en la provincia de Imbabura, de Quimsacocha, en la provincia Azuay, de Tundayme en Zamora Chinchipe y de Pacto, en la provincia de Pichincha; llegaron con artesanías, productos de aseo personal elaborados con materiales naturales; y variada producción agrícola típica de estas regiones.
La ciudadanía y dirigentes de las distintas organizaciones apoyaron esta iniciativa, que pretende mostrar a la ciudad la producción agrícola libre de químicos que se perdería con la explotación minera a gran escala proyectada en estas zonas.
Pasado el medio día, los transeúntes y asistentes al festival degustaron de los productos (maíz, mote, papas, cuy) que trajeron las mujeres desde sus comunidades en la conocida pampa mesa o mesa comunitaria. También obsequiaron “timbulos”, (envueltos de maíz cocinado, con panela con un pedazo de queso), y los “cuchichaquis”, (envueltos de maíz pelado, con condumio de tocino con pepa de sambo,) comida propia de la zona sur de Azuay.
Esta feria fue organizada por las comunidades afectadas y la dirección de la Ecuarunari. Según Carlos Pérez, el evento es para que la ciudad sepa que las poblaciones desde algunos años atrás están en resistencia a la política extractivista y al despojo. “Con esta feria decimos que no queremos ni el oro, ni el cobre, ni la plata, ni ningún otro mineral, queremos seguir viviendo con las semillas orgánicas que nos heredaron nuestros abuelos, vivir en paz, en calma y en tranquilidad; vivir el auténtico sumak Kawsay”.
El representante indígena señala que la iniciativa surge como una alternativa a la crisis económica y frente a ese capitalismo que ha llevado al mercantilismo, y ven al trueke como una opción para combatir el hambre; “solo es la aplicación de la ley del AYNI, de la reciprocidad”.
Polivio Pérez, presidente de la Junta de desarrollo comunitario de la parroquia García Moreno, del cantón Cotacachi, señala que los productos propios de esas zonas, como la yuca, el plátano, los limones, la pulpa de mora, el shampoo y otros productos de aseo elaborados con sábila y otros vegetales y otros, pueden desaparecer, al igual que los pueblos asentados en toda la cordillera del Toisan, de iniciar la actividad minera.
Según este dirigente imbabureño, a la feria han llegado comuneros que ven en peligro su vida, su hogar y sus tierras que son ricas, productivas y tranquilas. “Gente que defiende su vida y por eso está en resistencia”.
Silvia Ruiz es nativa de la zona de Intag, ella junto con su comunidad produce shampoo orgánico de sábila, jabones sin químicos, hace 12 años, y actualmente los exporta a varios países de Europa y América.
Ruiz quiere mostrar la producción sin contaminación de la provincia blanca, sobre todo de Intag, como una alternativa económica de supervivencia. Señala que esa región no necesita minería para desarrollarse más, sino de apoyo gubernamental para estas empresas comunitarias, así como para el turismo de la zona para llegar a más países.
Por: Amparo Sigcha
Gráfico: www.e-veracruz.mx
Last modified: 12/05/2016