El Paro Nacional fue una señal clara que el pueblo colombiano sancionó a los gobernantes.
La masiva movilización del pasado 17 de marzo sentó un precedente unitario de suma importancia para el futuro de Colombia. Gustavo Triana, secretario general del Polo Democrático Alternativo, conversó con La Rel sobre este importante momento.
“Hacía años que en Colombia no lográbamos un grado de unidad entre las organizaciones representativas de los trabajadores, pensionados y el movimiento social y político, como lo que acaba de darse alrededor de la convocatoria del Paro Nacional del 17 de marzo.
Una unidad que ha sido favorecida por toda una serie de medidas irresponsables que el gobierno ha tomado en el último periodo, y que han generado mucha indignación en la población”, dijo Triana.
El dirigente del Polo Democrático Alternativo (PDA) mencionó, entre otras medidas, la venta de la empresa de participación estatal mayoritaria Isagén, la tercera generadora y distribuidora de energía de Colombia, al fondo privado canadiense Brookfield Asset Management, así como el anuncio de una nueva reforma tributaria.
“En su esencia, dicha reforma pretende mantener o aumentar exenciones a multinacionales que operan en el país, al tiempo que aumenta la base gravable del antidemocrático Impuesto al Valor Agregado (IVA). Esto es totalmente irresponsable”, señaló Triana.
“También se aprobó un aumento del salario mínimo por debajo de la inflación, y se anunció una reforma pensional muy a la medida de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que va a permitir pensiones inferiores al salario mínimo legal”, agregó.
Indignación generalizada
Unidad de sectores
Según Triana, estas medidas indignaron de sobremanera tanto a las centrales obreras como a las organizaciones de pensionados.
“Fueron un catalizador del descontento generalizado que desembocó en la conformación del Comando Nacional Unitario. Esto permitió el acercamiento con otros sectores, como por ejemplo los que están vinculados a la producción agropecuaria, que se han visto gravemente afectados por el levantamiento de las barreras arancelarias y el aumento exponencial de la importación de alimentos”, indicó Triana.
También acudieron al llamado los vendedores ambulantes, los ambientalistas, estudiantes, los pueblos indígenas, y hasta los transportadores de carga, de pasajeros y los taxistas, que están siendo afectados por una política gubernamental que pretende entregar estas actividades económicas al capital extranjero, como es el caso de la plataforma virtual Uber.
“Para el transporte, el gobierno ya está planeado privatizar vías y establecer corredores de carga que van a ser licitados a transnacionales. Esto va a afectar a cientos de miles de familias”, denunció el dirigente del PDA.
Colombia al borde del colapso
Un país a la venta
El Paro Nacional se dio en un contexto económico muy gravoso, con una balanza comercial negativa en más de 15 mil millones de dólares, donde el peso más grande lo ocupa la importación de alimentos.
La deuda externa de Colombia en 2015 alcanzó los 109 mil millones de dólares, lo que equivale al 37,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En un solo año, el país registró un aumento de 10,3 por ciento de la deuda respecto al PIB.
En 2015, Colombia destinó 16,4 mil millones de dólares para pagos del servicio de la deuda, con un aumento del 15 por ciento respecto al año precedente. Una cantidad que prácticamente absorbe más del 50 por ciento de los recursos que el gobierno espera obtener con la antipopular reforma tributaria.
“Años tras años vemos como decae la participación de la industria en el PIB. El país está completamente desindustrializado, al tiempo que crece el desempleo, más del 50 por ciento del trabajo es informal, y crece el número de colombianos y colombianas que ganan menos del salario mínimo legal”, dijo Gustavo Triana.
El secretario general del PDA explicó a La Rel, que Colombia tiene uno de los 20 salarios mínimos legales más bajos del planeta y uno de los tres peores en América Latina.
“Estamos en una situación dramática de quiebra económica y crecimiento acelerado de los índices de pobreza y desigualdad. Son muchas las personas que ya no saben qué hacer para sobrevivir y que se lanzan al cultivo de narcóticos y a la minería ilegal”, alertó Triana.
Ante esta situación el Comando Nacional Unitario y la Coordinación de Organizaciones Sociales y Políticas, que también integra el Polo Democrático Alternativo, presentaron al gobierno un Pliego Petitorio de 15 puntos, al tiempo que reafirmaron su compromiso con la paz y su apoyo al diálogo en La Habana.
“De ninguna manera nuestra oposición a Santos y a sus políticas significa que no apoyemos los diálogos de paz que se están llevando a cabo en Cuba.
Respaldamos y participamos a esta protesta nacional como algo necesario para el país, así como lo hacemos con la búsqueda de una salida negociada al conflicto armado”, concluyó Triana.
Por: Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Last modified: 31/03/2016