Hace seis años nos presentamos ante esta Corte Suprema de Justicia con un conjunto de demandas para exigir seguridad y respeto a los derechos humanos de las mujeres. Lastimosamente, los magistrados no se han tomado el mínimo trabajo de solventar ninguna de las demandas que presentamos. Es por ello que hoy enfrentamos la desoladora cifra de 257 femicidios ocurridos entre 2009 y 2015. Veintisiete (27) de ellos corresponden a los once meses del 2015.
Frente a esta ignominia, las mujeres panameñas observamos como los altos índices de corrupción e impunidad han desfalcado miles de millones de balboas a beneficio de unos cuantos; sin embargo, esos corruptos negaron asignar los 11 (once) millones de balboas que solicitamos para la creación de casas de acogida o albergues, campañas de prevención y para la Fiscalía Superior Contra la Violencia.
Ante los delitos de corrupción pública que involucran al expresidente de la república, a exministros(as), exdirectores de entidades autónomas y semiautónomas, no ha habido la firmeza requerida para hacer justicia con estos señores/as, generando un ambiente de impunidad. ¡¡¡ Esa complicidad –entre poderosos- que se percibe dentro y fuera de las muros de la CSJ, NOS INDIGNA y es imperdonable !!!
Las familias panameñas se ven agobiadas, maltratadas y desprotegidas por la cantidad de hechos violentos en contra de sus hijas e hijos, ante la mirada indolente de las autoridades llamadas a protegerlas y a garantizarles una vida digna, segura y sin violencia. Los indicios apuntan que esta situación afecta significativamente a mujeres de sectores con mayor vulnerabilidad social y riesgo, entre los cuales las mujeres afrodescendientes e indígenas ocupan un lugar importante. La mayoría de estas familias sufren daños irreparables, sus miembros aprenden y reproducen ambientes violentos. Estos perjuicios en su autoestima y personalidad no contribuyen a una sociedad comprometida con el bien-estar de la población.
Aunado a lo anterior, los datos indican que ha aumentado la violencia contra las mujeres, la violación sexual contra adolescentes, niñas y niños menores de edad: cada día se denuncian cuatro abusos sexuales a menores de edad y cada día, cuatro mujeres denuncian ser víctimas de violación sexual.
En efecto, la violencia contra las mujeres aumentó en 2137 denuncias entre 2014 y 2015. Entre junio de 2014 y mayo de 2015 hubo 59 denuncias por día, esto es, 1779 por mes. Igual hemos observado como cada año aumentan los casos de niñas, adolescentes y jóvenes desaparecidas, sin que haya una búsqueda activa e interés por parte de las autoridades de encontrarlas. Detrás de estos datos hay lesiones y cicatrices que nunca se borran de la memoria de esos cuerpos, hijos e hijas sobrevivientes para quienes no hay políticas de atención ni equipos multidisciplinarios que den respuesta integral a las secuelas de la violencia.
En esta realidad dantesca, las organizaciones de mujeres y de la sociedad civil que estamos empeñadas en conmemorar el Día Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres, en homenaje al legado de “Las Mariposas”: las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, víctimas del dictador Leonidas Trujillo un 25 de noviembre de 1960, hacemos un llamado urgente a todas las autoridades para asignar los recursos presupuestarios necesarios, prevenir los abusos y violaciones sexuales de niñas, adolescentes y mujeres.
Es imperdonable que quienes tienen el deber de proteger y garantizar la vida de las mujeres no hayan reglamentado la Ley 82 de 24 de octubre de 2013, “Que adopta medidas de prevención contra la violencia en las mujeres y reforma el Código Penal para tipificar el femicidio y sancionar los hechos de violencia contra la mujer”.
Enfrentar los femicidios y los delitos de violencia contra las mujeres (VCM) requiere la reglamentación y aplicación de políticas públicas enérgicas y un Estado que no sea permisivo con la VCM. Es indispensable que la provincia de Panamá utilice la política de descentralización para la atención de esos hechos, ya que es donde se registra la mitad de los femicidios y el 62% de las violaciones sexuales; por ello urgen los programas que incluyan la participación activa de hombres y mujeres en la solución de lo que se ha constituido en una pandemia.
Las violencias en Panamá se manifiestan de diferentes formas, y en los últimos tiempos las mujeres están afectadas por la falta de un ordenamiento territorial que proteja las cuencas y humedales, provocando inundaciones y desequilibrios que inciden en la desmejora de la calidad de vida y crea nuevas violencias contra las mujeres, dado que son quienes más tiempo pasan en los hogares.
Hoy, igual que hace seis años, demandamos fondos públicos para:
1. Las Fiscalías y juzgados especiales que atienden la violencia de género;
2. Acompañamiento legal a las víctimas en todo el proceso, en cada provincia y comarca del país;
3. Brazaletes electrónicos de calidad y elevada seguridad, y personal capacitado para el monitoreo adecuado de victimarios;
4. Casas de acogida o albergues para las mujeres violentadas y sus hijos e hijas, con equipos multidisciplinarios para la atención de sobrevivientes, sus hijas e hijos;
5. Campañas educativas de prevención de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, dirigidas a docentes, comunicadores sociales, autoridades, mujeres y hombres en las comunidades.
6. Programas que les garanticen derechos económicos a las mujeres víctimas de violencia, así como derechos laborales y de salud para ellas y sus hijos/as, y recursos para la sostenibilidad de una vida que merezca ser vivida.
7. Que el Estado impulse políticas para detener la violencia contra las mujeres afrodescendientes, la trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual y uso de la imagen de la mujer como objeto sexual.
8. Elevar la violencia contra las mujeres a una política de Estado.
9. Mejorar las definiciones conceptuales sobre las estadísticas de violencia y la construcción de indicadores adecuados, así como darle debida divulgación; igualmente, la recolección, procesamiento y manejo transparente de la información, con registros unificados;
10. Impulsar una política contra el abuso sexual hacia las niñas y adolescentes ya que son miles las embarazadas, cuyas vidas son truncadas por la irresponsabilidad de la Asamblea Nacional de Diputados que no considera necesaria la aprobación de una ley de salud sexual y reproductiva.
11. Instalar una unidad investigativa especial para las denuncias de secuestro y desaparición de niñas, adolescentes y jóvenes.
Asimismo, demandamos voluntad política para el respeto del Estado Laico establecido en nuestra Constitución, separado de los patrones patriarcales de las Iglesias que contribuyen a mantener una concepción de sometimiento de las mujeres.
La violencia política contra las mujeres socaba las bases de la democracia representativa y participativa, lo que constituye otra deuda social. Por lo tanto, exigimos la paridad política como mecanismo para las postulaciones a todos los cargos de elección popular.
Estamos indignadas ante la complicidad del Estado Patriarcal que hace que las mujeres paguen con su salud y su vida el autodeterminarse y el decidir sobre su propio cuerpo. Como primer paso, exigimos que se cumpla la ley en cuanto a las causales de interrupción de embarazos y que no se maltrate a las mujeres con trámites burocráticos con el fin de obligarlas a llevar a término un embarazo, aún a riesgo de su salud física, mental e, incluso, de sus vidas.
Demandamos a las autoridades que se sancione a las empresas que violan el Código de Trabajo al exigir pruebas de orto a las mujeres para obtener un empleo, y de igual manera denunciamos el acoso sexual que sufren las trabajadoras. En no pocos casos las mujeres viven sometidas a estos actos de violencia para mantener un empleo.
Cada vida segada es responsabilidad de quienes gobiernan y de todas las instituciones que tienen la misión de ejercer la justicia y no lo hacen, igual condenamos la tolerancia inmisericorde de una sociedad indolente e indiferente hacia las víctimas.
Dado en la Ciudad de Panamá, a los 25 días del mes de Noviembre de 2015
Espacio Encuentro de Mujeres
Unión Nacional de Mujeres Panameñas
Centros de Formación de las Mujeres de Chilibre y Tocumen de Pastoral Social.
El Kolectivo
Red de Desarrollo Comunitario de Las Américas (CDNA)
Teatro Carilimpia
Juventud Democrática Popular
Alianza de Mujeres de Panamá
Unión Nacional de Educadores de Panamá
Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá
Programa Agente de Cambio
Movimiento Democrático Popular
Federación Nacional de Servidores Públicos.
Voces de Mujeres Afro descendientes de Panamá
Colectivo Voces Ecológicas COVEC
Fundación Friedrich Ebert
Mujeres con Dignidad y Derechos
Frente por la Defensa de la Democracia
Comité de Defensores de la Cuenca del Río J. Díaz
Mesoamericanas en Resistencia por una Vida Digna
Fotos de la marcha en el Día internacional contra la No Violencia a las Mujeres en Ciudad de Panamá. Por Ricardo Martínez
Last modified: 30/11/2015