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En este artículo se plantea cómo el MEF y su cúpula es un instrumente ideológico de defensa de los intereses de la oligarquía financiera externa y local. Cómo en la asamblea, en medio de debate sobre el seguro social, prácticamente negó el alto grado de evasión y elusión tributaria que marcan las estadística de la DGI que es una dependencia del propio MEF.

Prácticamente desde su fundación, que significó el desmantelamiento de los últimos vestigios de planificación que aun existían en el país, el Ministerio de Economía y Finanzas ha actuado como un ente no dedicado al desarrollo nacional, sino como una maquinaria destinada a asegurar los intereses del capital financiero global, a la vez que internamente promovía la desindustrialización del país, la destrucción de la seguridad y la soberanía alimentaria  y el afianzamiento del poder de los sectores económicamente dominantes.

Esto explica que la alta dirección de esta institución siempre haya sido ocupada por representantes directos de estos sectores, o por personajes vinculados al pensamiento y a práctica de la llamada corriente neoliberal. 

En la actualidad no solo es cierto que la cúpula del MEF se encuentra directamente en manos de personajes que representan, sino que además son parte de los sectores económicamente dominantes. Concretamente se encuentra dirigido y totalmente controlado por miembros de la cúpula del capital financiero local vinculado con el capital financiarizado global. Estrictamente hablando su objetivo no es el bienestar de la población, sino asegurar sus intereses económicos.

En este sentido, en primer lugar, se debe recalcar que la actual cúpula del MEF proviene de una tradición que, a partir del negocio de la asesoría privada, ha servido como elemento ideológico de justificación del conjunto de las políticas que favorecen al capital transnacional y financiero local. Para esto ha generado falsas narrativas cargadas no solo de carencias científicas y metodológicas, sino simplemente de hechos falseados.

Un ejemplo de esta realidad es el abordaje que se realizó en el caso de la contaminante mina de First Quantum en Donoso. En este caso se realizó un análisis que, para favorecer a esa empresa, se dejaron por fuera todos los costos ambientales, tanto los de carácter crematísticos, como los que simplemente deben ser calificados como inconmensurables desde el punto de vista monetario. Además, sin contar con los instrumentos científicos necesarios, se sobrevaloró groseramente tanto el aporte de la mina al PIB y a la generación del empleo.

La tendencia a generar falsas narrativas sostenidas en farsas burdas por parte de la actual cúpula del MEF, también se ha hecho evidente en el debate sobre las reformas a la CSS. Es así que frente a la evidencia de que la reducción de la evasión y elusión tributaria es una medida necesaria para salvar al modelo solidario de pensiones, un muy alto funcionario del MEF declaró que él no estaba de acuerdo con que dicha evasión rondara los B/. 7,000.0 millones anuales, debido a que no conocía de ningún estudio de algún organismo internacional vinculado al capital financiero global que avalara esta cifra.

La DGI, que es precisamente parte orgánica del MEF, publica periódicamente el Boletín Tributario, en el que aparece una sección llamada “Estudios del incumplimiento Tributario”, que se refiere básicamente al monto de la evasión y elusión tributarias. En su edición del 2022, que es la última dada a conocer, se reconoce en la página 88 que el incumplimiento fiscal (concepto utilizado para enmascarar la evasión y le elusión) de las personas jurídicas (básicamente empresa privada) alcanzó en ese año a B/. 6,053.8 millones, suma equivalente al 7.9% del PIB. En la página 92 del documento citado se señala que el incumplimiento fiscal en el caso del ITBMS, es decir la evasión y elusión tributaria fue en este caso de B/1,778.3 millones, que equivalen al 2.3% del PIB. En total durante el 2022 la evasión y elusión tributaria alcanzó una total de B/ 7,832.1 millones, esto es una cifra igual al 10.2% del PIB. ¿Cómo es posible que la alta jerarquía del MEF, a no ser que se trate de una defensa a ultranza de los intereses económicos de los empresarios, desconozca este importante estudio realizado en su propia institución?

A nuestro juicio, lo que se busca es generar una falsa narrativa, destinada a ocultar una realidad que lleva a destacar la importancia del cobro efectivo de los impuestos para sanear las finanzas del Estado. Lo cierto es que la actual cúpula que dirige al MEF no está dispuesta a dejar de defender los intereses del sector del cual hace parte. Lo que se propone, entonces, es el puro y llano recorte del gasto público, el cual no afectará el destinado al sector represivo militarizado, que se busca fortalecer implementando la absurda idea del servicio policial obligatorio. Sin embargo, la política de contención del gasto terminará golpeando gastos necesarios destinados a los servicios sociales básicos.

Probablemente también se enmarcará en un proceso de achicamiento del Estado, que conllevará más privatización, una reducción de la regulación (incluyendo la ambiental) y el reforzamiento de aparato represivo que sostenga la tendencia autoritaria del actual gobierno.

Estamos frente a la necesidad patriótica de enfrentar tanto el embate del poder imperial, como los desmanes de actual gobierno.

Por: Juan Jované. Economista, catedrático de la Universidad de Panamá.

Last modified: 04/03/2025

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