Quizás algunos ciudadanos no perciban algunos escenarios que los medios televisivos no cubren o que sus directores sesgan ya sea por cuestión de tiempo o quizás por intereses empresariales o favor de los dictámenes norteamericanos.
Es por eso que nos damos la tarea de divulgar de manera responsable, otros enfoques o voces excluidas. Así pues, durante el miércoles 8 de abril, se registraron hechos que desmovilizaron a los ciudadanos panameños, ya sea por la excluyente Cumbre de Las Américas y por el estado de sitio camuflajeado por militares protegiendo al presidente gringo Obama.
Pero el foco de atención fue la desesperada movilización de representantes de la disidencia cubana y venezolana, quienes irrumpieron la soberanía panameña, mientras el gobierno descuidó o admitió toda manifestación en el foro de la sociedad civil realizado en el Hotel El Panamá y cuyos representantes son auspiciados por la mafia terrorista.
Ante este hecho la sociedad civil cubana, se manifestó en los predios, y denunciaron la presencia de mercenarios cubanos al servicio de Estados Unidos, en el Foro de la sociedad civil de la Cumbre de Las Américas, a quienes a diferencia de ellos, sí se les permitió participar.
Sandra Prieto, educadora popular de la red de educadores populares de Cuba perteneciente al Centro Memorial Martin Luther King en la Habana, señaló que “esa no es la sociedad civil cubana, es una lástima que ellos los representen adentro, cuando ellos que son los cubanos que están construyendo la sociedad”, a su vez, lamentó el no poder compartir en el foro sus aportes sociales, sus prácticas porque no les dejaron entrar, situación que también presentaron grupos venezolanos.
Además, manifestaron su solidaridad con el pueblo panameño y la defensa de su dignidad, toda vez que dentro del Foro se encontraba Guillermo Fariña, amigo confeso de Luis Posada Carriles.
Otro de los escenarios fue cuando distintas organizaciones del movimiento social panameño, se apersonaron al Parque Urracá en donde realizaron la concentración por la dignidad y soberanía Abya Yala, en donde se exigía el reconocimiento y reparación de los Estados Unidos como responsable de la invasión a Panamá el 20 de diciembre de 1989 y limpieza de los antiguos polígonos militares de EU contaminados con material bélico; la excarcelación del preso político puertoriqueño Óscar López quien lleva 34 años en una prisión estadounidense por defender la independencia de Puerto Rico y la defensa del derecho a la autodeterminación de los pueblos, contra la intervención de los Estados Unidos en asuntos internos de los pueblos de Abya Yala.
Aquí, se dieron cita, la prensa internacional, los medios locales y la prensa alternativa, así como también un grupo de extranjeros venezolanos, quienes apoyados por figuras como Willy Cochéz, realizaron una protesta en el lugar.
Gran cantidad de unidades policiales cercaron al grupo que conformaba la concentración por la dignidad y soberanía de Abya Yala, desde antes de que se iniciara el acto.
Frente a las diferencias entre los dos grupos concentrados en el Parque, se llegó a un acuerdo con el jefe de la policía, para que ambos permanecieran en el lugar, cada uno a un extremo; sin embargo, éste se incumplió cuando el jefe de la policía varió su postura e indicó que la concentración venezolana se quedaría hasta las 8 de la noche y que los panameños discrecionalmente se podían quedar. Al preguntar las razones, se respondió que ellos tenían una carta, que nunca fue mostrada, en la que contaban con autorización de la alcaldía de Panamá y de la cancillería.
Rafael Benavides, miembro del Movimiento Independiente de Refundación Nacional MIREN, manifestó que “En vista de que los medios locales no quisieron filmar a pesar de llamarlos para hacer la denuncia, se recurrió al cierre de calle para que los medios pudieran venir y como consecuencia se tuvo un universitario detenido, al cual reprimieron, le rociaron líquido desconocido, gas pimienta en el rostro y se lo llevaron detenido”.
Last modified: 09/04/2015