El Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales está iniciando una revisión periódica de la situación de dichos derechos fundamentales en Panamá, incluidos el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado que asegura salud, bienestar y la participación en la vida cultural de la comunidad. Antes de esta revisión, grupos indígenas panameños Ngäbe y Buglé, en colaboración con el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, presentaron información a este Comité sobre los impactos perjudiciales de proyectos a los cuales no han otorgado su consentimiento —tales como el proyecto para construir la Cuarta Línea de Transmisión.
El día de hoy, Feliciano Santos —un líder indígena panameño quien coordina el Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro— conversará directamente con los miembros expertos de este Comité de la ONU durante la sesión oficial preparatoria del mismo, la cual se espera informe su revisión de la situación de los derechos humanos en Panamá. En particular, el Sr. Santos compartirá experiencias de las comunidades indígenas cuyas tierras, medios de subsistencia, y formas de vida se han puesto en peligro debido a proyectos impuestos dentro de sus territorios, tales como la Cuarta Línea de Transmisión.
Feliciano Santos, representante de las comunidades indígenas Ngäbe, Buglé, y Campesinos y Coordinador del Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB), declaró:
Por generaciones, nuestras comunidades indígenas se han dedicado a la protección cuidadosa de las plantas, los animales, los ríos y los ecosistemas que nos sostienen y que nos curan. Hasta el día de hoy, continuamos transmitiendo las prácticas tradicionales y los conocimientos ancestrales de nuestros pueblos sobre cómo usar y cuidar de manera sostenible la tierra, el agua y la biodiversidad de los cuales dependemos.
Sin embargo, nuestra forma de vida se ve amenazada por intereses económicos ajenos a nuestras comunidades. Mientras que las minas, agroindustria e hidroeléctricas están contaminando nuestros ríos, talando nuestros bosques tropicales y obligándonos a dejar nuestros hogares ancestrales, el turismo residencial está devastando los manglares y contaminando el mar, destruyendo ecosistemas marinos y contribuyendo al cambio climático. Muy al contrario, nosotros queremos ejercer nuestra autodeterminación, definir nuestras propias prioridades, guiados por nuestras costumbres ancestrales y valores espirituales de vivir en armonía con nuestra Madre Tierra.
Sarah Dorman, abogada con el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, por su parte, declaró:
Este Comité ha reconocido la particular importancia de respetar los valores culturales y los derechos de los pueblos indígenas, considerándolos como entrelazados con sus tierras ancestrales y con la naturaleza, lo cual es fundamental para la preservación de sus formas de vida, medios de subsistencia tradicionales e identidad. En esta primera etapa de la revisión de Panamá, el Comité tiene una gran oportunidad para enfatizar el deber del gobierno panameño de proteger los derechos de los pueblos indígenas a mantener sus tradiciones e identidades culturales, así como a decidir cómo se utilizarán sus tierras, territorios y recursos a fin de preservar su existencia para las futuras generaciones.
Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB)
Centro para el Derecho Ambiental Internacional CIEL
Last modified: 12/03/2021