El presidente de Estados Unidos Joe Biden ha brindado esperanza a los países latinoamericanos de unas nuevas relaciones. El ex-presidente Donald Trump, además de llevar a cabo una política errática contra la región, concentró sus relaciones en condenar y establecer sanciones punitivas contra Venezuela, Cuba y en pocas ocasiones contra Nicaragua. Trump basó su política exterior con América Latina en la emigración indocumentada hacia Estados Unidos.
Por el contrario el presidente Joseph (Joe) Biden ha expresado su intensión de mejorar esas relaciones, tanto política como económica. Ha señalado que asignará $4 billones de dólares para Honduras, El Salvador y Guatemala, para que estos países prosperen y evitar así la emigración indocumentada hacia América Latina.
Se espera que la administración Biden desarrollará políticas en torno a cuestiones más amplias, centrándose fuertemente en los derechos humanos, la democracia y la diplomacia. Las principales preocupaciones: la creciente racha autoritaria en Haití, la pandemia, el cambio climático y la construcción de resilencia a los desastres naturales. También se espera que “Biden establezca un nuevo tono con las naciones caribeñas. Biden puede no ser tan amargamente cruel como las de la administración Trump, pero aún apoya los intereses estadounidenses a corto plazo, pasa por alto graves abusos de derechos humanos, se basa en respuestas militarizadas de “seguridad ” a la inestabilidad y promueve una agenda neoliberal extractiva.”
La amplia experiencia de Joe Biden trabajando con América Latina ha generado expectativas de que prestará mucha más atención a la región que el hombre al que reemplaza como presidente de Estados Unidos. Como vicepresidente de Estados Unidos, Biden realizó 16 viajes a la región.
Pero tenemos que recordar que Joe Biden fue el principal arquitecto del Plan Colombia. “El Plan Colombia fue concebido originalmente como una propuesta de paz y desarrollo por el entonces presidente de Colombia, Andrés Pastrana, en 1999. Sin embargo, en manos de la administración Clinton, se alteró radicalmente en una militarización masiva de la sociedad colombiana, Biden presionando exitosamente por el 80 por ciento de los $ 7.5 mil millones en total para ir al ejército colombiano (y gran parte del armamento llega a manos de los escuadrones de la muerte de extrema derecha vinculados al gobierno). En la era del 11 de septiembre, los narcotraficantes fueron rebautizados como “narcoterroristas” como una débil justificación para la interferencia de Estados Unidos.
Biden fue uno de sus arquitectos clave, y le dijo al Des Moines Register en enero que “yo soy el tipo que armó el Plan Colombia”, y agregó que “enderezó a ese gobierno durante mucho tiempo”.
Bajo la administración del Plan Colombia, Estados Unidos militarizó este país, asignando decenas de millones de dólares para ser utilizado con fines de represión y eliminar la guerrilla armada. Es un plan muy peligroso para todos los países de la región.
De acuerdo a John Lindsay Poland, “a pesar de la cantidad de civiles muertos en Colombia y las atrocidades documentadas, Washington, DC, consideró que la campaña de contrainsurgencia del Plan Colombia fue tan exitosa que se convirtió en el modelo dominante de la intervención militar estadounidense en todo el mundo.
En lugar de cantar glorias al nuevo presidente de Estados Unidos, hay que estudiar su trayectoria política y de respaldo a la represión militar contra pueblos latinoamericanos.
Texto de: Dr. Carlos Pérez Morales – Analista político
Ilustración: Hassan Bleibel
Last modified: 28/01/2021