Globalización es un término económico y político que se utiliza para describir cómo el comercio y la tecnología han convertido al mundo en un lugar más conectado e interdependiente. La globalización es la difusión de productos, tecnología, información y producción a través de fronteras y culturas nacionales. En términos económicos, describe una interdependencia de naciones de todo el mundo fomentada a través del libre comercio. Algunos economistas han llamado la globalización como el proceso de integración de la economía mundial que ha tenido lugar en las últimas décadas.
La revolución digital tuvo un impacto masivo en las economías de todo el mundo. Las mismas se interconectaron con la información digital y se hicieron más interdependientes. En la era moderna, el éxito o el fracaso económico en un punto focal de la red global se pueden sentir en todas las principales economías mundiales.
Los mercados donde la globalización es particularmente significativa incluyen los mercados financieros, como los mercados de capitales, los mercados de dinero y crédito y los mercados de seguros, los mercados de productos básicos, incluidos los mercados de petróleo, café, estaño y oro, y los mercados de productos, como los mercados de vehículos de motor y electrónica de consumo.
La eliminación de fronteras de mercado libres de aranceles ha sido una de las características fundamentales de la globalización al igual que la fragmentación geográfica de la producción. La globalización significa entre otras cosas que el capital se desliga de las ataduras que lo ligan a los poderes políticos nacionales. El poder económico se considera autosuficiente y la política se deslegitima.
En los últimos años la globalización ha venido menguando por algunas medidas tomadas por los diferentes gobiernos. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump mandó a construir un muro en la frontera, para contener la emigración indocumentada que va de México a Estados Unidos, lo que también afecta el libre comercio.
Europa ha tomado medidas para impedir la emigración indocumentada desde África.
Dos cosas han puesto fin a la globalización. Primero, el crecimiento económico global se ha desacelerado y, como resultado, el crecimiento se ha vuelto más “financiarizado”: la deuda ha aumentado y ha habido más “activismo monetario”, es decir, los bancos centrales inyectan dinero en la economía comprando activos, como bonos y, en algunos casos, incluso acciones, para sostener la expansión internacional. En segundo lugar, los efectos secundarios, o más bien los efectos secundarios percibidos, de la globalización son más evidentes: la desigualdad de la riqueza, el dominio de las multinacionales y la dispersión de las cadenas de suministro globales, que se han convertido en temas políticos candentes. (O’Sullivan, June n 8th 2019 [The Economist])
Como todo modelo económico, la globalización está llegando a su fin, aunque sus efectos no desaparecerán por completo. Ciertamente, la globalización ha tenido su momento y ya podría estar en declive, reemplazada constantemente por su sucesor: una nueva era impulsada por la robótica avanzada, la inteligencia artificial y la fabricación aditiva. Estas tecnologías pueden reducir drásticamente los costos de producción a medida que se vuelven más frecuentes en todo el proceso de fabricación.
Nadie sabe cuando ésta desaparecerá y cómo le afectará la pandemia del COVID-19.
Por: Dr. Carlos Pérez Morales. Analista Geopolítico
Last modified: 03/01/2021