El 71% del Planeta Tierra está cubierto de agua. Este compuesto (H2O) es esencial para todo tipo de vida en la Tierra ya sea ésta animal o vegetal. Los seres humanos y otros seres animales consumimos agua como un requisito de nuestro cuerpo y necesario para la vida. El uso del agua en procesos industriales representa una gran cantidad del agua “dulce” disponible. Se necesita una gran cantidad de agua para sostener la agricultura.
El agua de nuestro planeta se divide del siguiente modo. De la cantidad total, el 96,5% corresponde a agua salada, de forma que se encuentra en los océanos. Mientras, el 3,5% restante es agua dulce y se encuentra en los ríos y arroyos. También bajo la superficie terrestre en acuíferos naturales, y en forma de hielo en las cimas de las montañas y los polos. Aproximadamente el 69% del total de agua dulce está congelada. De derretirse en su totalidad, el nivel del mar se elevaría aproximadamente 2,7 kilómetros. El uso del agua debe ser un derecho natural para los seres humanos, pero desgraciadamente se ha convertido en una mercancía a la que se le fijar su precio.
Casi dos mil millones de personas viven en áreas de estrés hídrico y tres mil millones no tienen agua corriente en las inmediaciones de sus viviendas. La situación empeora conforme el mundo se queda sin agua limpia. Muchas comunidades alrededor del mundo se enfrentan a los impactos del cambio climático y a la crisis global del agua (www.salvalaselva.org/temas/agua/agua-derecho-humano) Mientras tanto seguimos contaminando el agua, especialmente por los residuos industriales de ésta, que se vierten a los cuerpos de agua sin recibir tratamiento.
Durante las últimas décadas se ha creado una gran escasez de agua. Ésto es un fenómeno natural, pero también un fenómeno inducido por los seres humanos. Aun cuando hay suficiente agua dulce en el planeta para satisfacer las necesidades de una población mundial de cerca de siete mil millones de personas, su distribución es desigual tanto en el tiempo como en el espacio, y mucha de ella es desperdiciada, contaminada y manejada de manera insostenible. (UNESCO). La escasez de agua puede empeorar a causa del cambio climático, especialmente en aquellas zonas áridas y semiáridas, que ya de por sí presentan estrés hídrico.
En muchos países capitalistas la distribución del agua potable se ha privatizado. Esto quiere decir que el agua se ha convertido en una mercancía que al ser vendida produce ganancias.
Como informó Bloomberg, “el agua se tratará como un producto básico y se comercializará en Wall Street por primera vez a partir de esta semana, y los participantes del mercado podrán apostar a favor o en contra de la posible escasez de agua.”
El mercado permite a los agricultores, fondos de cobertura y a los municipios para realizar “apuestas de cobertura” sobre el precio futuro del agua y la disponibilidad de agua en el oeste americano. El nuevo esquema comercial se anunció impulsado por el empeoramiento del calor, la sequía y los incendios forestales en la región, alimentados por el cambio climático.
Por: Dr. Carlos Pérez Morales. Geógrafo
Fotografía: Olmedo Carrasquilla II. Río Tabasará. Panamá
Last modified: 14/12/2020