La decisión de Donald Trump, presidente de EE.UU., adoptada el 6 de diciembre de 2017, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, causó el inicio de una tercera intifada, cuando es un territorio aún en disputa con el pueblo palestino. Esta palabra de origen árabe, significa agitación o levantamiento, y consiste en una rebelión palestina contra Israel, de pobladores de Cisjordania y la Franja de Gaza.
La primera intifada ocurrida hace 33 años, conocida como la “Guerra de las piedras”, se inició en el campamento de refugiados de Yabalia, Gaza, el 9 de diciembre de 1987 y concluyó en 1993, con los Acuerdos de paz de Oslo, sin resultados positivos, especialmente para un pueblo hermano despojado, segregado, masacrado y aislado del resto del mundo.
La primera vez que se utilizó La palabra “intifada” para designar un momento de revuelta palestina fue durante las manifestaciones de febrero y marzo de 1969. El movimiento tenía la particularidad de contar con una enorme participación femenina, y marcó el inicio de la utilización de pedradas contra el ejército israelí.
Luego de que una gran marcha organizada por las fuerzas nacionales, sindicales, obreras, profesionales y feministas partiera tras la plegaria del Eid desde la mezquita de al-Aqsa, en Jerusalén, las mezquitas fueron vistas como lugar de reunión y de movilización durante la rebelión.
Después de años de violencia, se acabó la primera intifada con la firma del acuerdo de Paz de Oslo entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) e Israel, en 1993. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) fue creada y de esa forma se consiguió una organización administrativa transitoria para ese momento.
La segunda denominada intifada de al-Aqsa, comenzó en septiembre de 2000 como respuesta a la visita del político Ariel Sharón a la zona árabe de Jerusalén. Esta segunda rebelión de los palestinos terminó oficialmente en 2005 con la victoria de Israel y dejó más de seis mil personas fallecidas, acción que permitió al mayor estado terrorista del mundo- Israel- aislar, en forma definitiva, la Franja de Gaza.
A fines de septiembre se cumplirán 20 años de la segunda intifada, una etapa importante de la larga lucha del pueblo palestino por su derecho a la autodeterminación en su tierra. La intifada se inscribió tras la huella de dos revueltas históricas: la huelga general y revuelta armada de la década de 1930 contra el mandato británico en la Palestina histórica, y la primera intifada de diciembre de 1987 en Cisjordania y la franja de Gaza contra la ocupación israelí.
El 8 de diciembre, 2017, se inició una tercera intifada tras el anuncio de Trump de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén. En esa fecha el jefe político del movimiento islamista Hamás, Ismail Haniye, declaró como “un día de la ira y el comienzo de una nueva Intifada llamada ‘la liberación de Jerusalén’”.
La rebelión del sufrido pueblo hermano de palestina consiste, esencialmente, en acciones de protestas de resistencia y desobediencia civil, con huelgas, boicots, barricadas y enfrentamientos con las fuerzas israelíes, con piedras y cócteles molotov, con los jóvenes y adolescentes en primera fila de combate.
Vergüenza deben sentir los hombres del planeta entero, ante la falta de pantalones, de apoyo solidario a las combatientes progresistas palestinas, quienes enfrentan, vías rudimentarias, la maquinaria bélica del mayor estado terrorista y racista del planeta – Israel-, apoyado por la bestia (666) mayor, secundado por batracios de todas partes, por el fantasmagórico cartel de Lima y por seudo comunicadores vendidos al mejor postor. Fraternal saludo y adelante, siempre adelante (indoame08 – 12/12/20)-
Por: Franklin Ledezma Candanedo (Periodista, escritor y poeta)
Foto tomada de: www.desinformemonos.org
Last modified: 13/12/2020