Reflexiones
La naturaleza cada cierto tiempo nos recuerda que el cambio climático no es cosa de juegos. Hoy Centroamérica y nuestro país, resienten el impacto negativo del huracán Eta. Este tipo de fenómenos no son nuevos, pero no se aprende de experiencias pasadas. Los gobiernos siguen dando concesiones a empresas transnacionales que con sus actividades destruyen el ambiente, porque importa más las “inversiones millonarias” que pueden dejar al país con el supuesto progreso que nunca llega a las comunidades.
En Panamá, por un lado, el gobierno nacional no ha podido preparar con antelación un plan de contingencia efectivo en estos casos, que, como país tropical, no es extraño y hace décadas debería contar con un manual de procedimiento. Hace falta también contar con un plan de ordenamiento territorial, además de ubicación exacta de zonas propensas a inundaciones, deslaves y otros a fin de evitar construcciones.
Ante esta tragedia el pueblo panameño ha respondido de manera solidaria, aun cuando ha estado atravesando una crisis económica debido a la COVID-19, haciendo recolectas de víveres y ropa en diversos puntos del país, para enviarlos a las zonas afectadas. Mientras el Presidente Cortizo aprueba 22 millones en planilla a la cuestionada Asamblea Nacional, y solicita donaciones al pueblo panameño.
Lo sucedido nos debe llevar a reflexionar que, si los huracanes son naturales, su intensidad no debería ser tan destructiva, si el hombre toma consciencia de su entorno. Tal como el recalentamiento Global del Planeta que se basa en el mal manejo de las llamadas Industrias Tecnológicas que aceleran la muerte de nuestros recursos naturales; como la tala indiscriminada de árboles que tenemos en Darién; la explotación minera que existe en nuestro país, que destruye la vida vegetal, animal; sin contemplación, solo para que unos pocos se llenen sus bolsillos de dinero, sin importarles con la herencia de vida de nuestra generaciones futuras; aunado a una contaminación de nuestros ríos y mares. Y como ejemplo solo observemos los miles de desechos que llegan a la desembocadura del Rio Matasnillo con el océano Pacifico, en la Capital de Panamá. Y como lo dice La Lógica de la Lógica: “toda fuerza que liberéis y produzcáis en acción contra un semejante, se desencadenará contra ti mismo a su debido tiempo. Nada que perjudique a tu semejante quedara impune”.
Y así mismo es con todo lo que hagamos en contra de nuestra Pachamama. La consciencia del hombre debe cambiar en aras de restablecer, proteger, y mantener los recursos Naturales que nos sustentan la vida y la continuidad de existencia; pues de que vale tener todas las riquezas del mundo, sino tenemos un mundo donde habitar.
Por: Dania Batista / Germán Ávila / Olmedo Carrasquilla II
Colectivo Voces Ecológicas COVEC
PD. La infografía puede modificarse en base a datos que se generen por los equipos de rescates en Panamá.
Last modified: 06/11/2020