En la mañana de hoy partieron desde la sede principal de la Universidad de Panamá para dirigirse a la Presidencia, estudiantes de esta Casa de estudios haciendo uso del artículo 38 de la Constitución Nacional, la cual permite manifestarse pacíficamente. La misma se convocó para exigir transparencia y justicia frente a los escandalosos casos de corrupción, contra el hambre que está padeciendo los sectores más vulnerables ante el COVID-19, contra la flexibilización del Código de Trabajo, contra la falsa moratoria y contra el recorte universitario.
En una carta abierta dirigida al Presidente de la República Laurentino Cortizo, los estudiantes exigían:
“• Primero: una renta básica o un bono por encima de la canasta básica.
• Segundo: Una moratoria real sobre los servicios de primera necesidad y responsabilidades financieras. Pero esta moratoria, a lo que nos referimos, no sería suficiente, si no se regula el después. Los plazos de pagos no pueden quedar a la libre voluntad de las empresas, bancos, financieras o cooperativas.
• Tercero: Respeto a los derechos y conquista laborales de la población. Rechazamos los intentos de flexibilizar los derechos laborales a conveniencia única de las grandes empresas (que tratan de igualarse a
las MIPYME), para más tarde una posible flexibilización del Código de Trabajo. Los derechos laborales son otro factor de peso que repercute en la economía de la salud. Un trabajador asegurado, bien remunerado y con las debidas condiciones de trabajo será un trabajador sano (al igual su familia) y productivo.
• Cuarto: El fin de la brutal represión de los estamentos de seguridad sobre el pueblo desempleado y hambriento, que sale honradamente de su casa para proveer los nutrientes necesarios para mantener la economía de la salud, más o menos equilibrada, propia y de sus familiares. Ningún decreto o Ley que Usted sancione estará por encima del sagrado derecho a la protesta consagrado en la Constitución. El debido cumplimiento de las normas que rigen nuestra república también repercute directamente en la economía de la salud.
La salud de los seres humanos no depende sólo de los nutrientes que comen o de un ambiente sano. También necesitan de libertades y garantías que le permitan desarrollarse, convivir en paz y sin miedo a ser engañado, golpeado, detenido o ultrajado. La salud es cuerpo y espíritu.
• Quinto: Repudiamos el recorte presupuestario a la Universidad de Panamá. No sólo es una traición a su propuesta de campaña sino un atentado al futuro de la nación. La primera casa de estudio superior del país, está formando a más de 70 mil estudiantes y el 95% de los trabajadores de la salud, que en este momento combaten contra el COVID-19, son egresados de la UP. Queda más que claro la relación de este punto con la economía de la salud.
• Sexto: Ayudas efectivas y reales para los micro, pequeños y medianos empresarios, que emplean a un número importante de trabajadores [222,648 (INEC, 2016)] y dinamizan parte de la economía y subeconomías; abandonados por su Gobierno. Los pocos e insuficientes bonos que se han emitido son para consumir en las grandes cadenas de supermercados. ¿Acaso los vendedores informales, las tiendas, abarroterías, ferreterías y todos los proveedores de la pequeña comunidad no importan?, ¿por qué tenemos que estar obligado a consumir en los grandes establecimientos?, ¿por qué sólo se beneficia a los grandes empresarios y se desprecia al resto?”
Una vez en el área de Catedral, ningún funcionario de alto nivel los atendió, algo que no es de extrañar de los huéspedes del Palacio de las Garzas, por lo que decidieron regresar a la calle para seguir protestando el próximo 1 de julio pero esta vez en la Asamblea Nacional.
Por: Dania Batista
Fotografías/vídeos: Pedro Silva
Last modified: 26/06/2020