Naciones Unidas ha declarado que la violencia que padecen las mujeres es una pandemia, en tanto la sufren al menos un tercio de ellas en el planeta.
A raíz del aislamiento social que se vive por el Covid-19, este tipo de violencia se agrava, dado que el hogar es el centro del confinamiento, donde le toca a la mujer convivir con su agresor, sin mayor contacto con familiares y redes de apoyo. Si antes de la pandemia del coronavirus, el 77% de los casos de delitos sexuales se daban en casa, este porcentaje debe ser ahora aún mayor, con la desventaja de que se debe estar dando en total silencio e impunidad.
Sólo en San Miguelito se reportaron 26 casos de violencia doméstica a inicios de abril. Los feminicidos (o intentos) que se han producido durante la cuarentena han sido cruentos: uno, a consecuencia de sucesivas puñaladas, en Pacora; otro, con degollamiento en la Comarca Ngäbe-Buglé; y una acción de quemar viva a expareja, en Arraiján.
Asimismo, el trabajo doméstico, que recae fundamentalmente sobre la mujer, se debe estar incrementando exponencialmente. Una encuesta realizada por el CIEPS reveló que las tareas de cuidado de enfermos, ancianos y niños, ahora en la cuarentena, sigue recayendo en las mujeres (69.1%), en comparación con los varones (30.9%).
De otra parte, un tercio de los hogares en la región son liderados por mujeres, pero ubicándose éstas mayormente en el desempleo y empleo informal (50%), por lo tanto, sufriendo mayormente la ausencia de ingresos por cuarentena y, en nuestro país, haciendo frente a las necesidades básicas familiares, con una irrisoria bolsa de comida o insuficientes B/ 80 mensuales, otorgados por el gobierno.
De otra parte, según la ONU, el 75% de quienes están en la primera línea de atención sanitaria de la pandemia, es personal femenino, ejerciendo oficios varios como limpiadoras, enfermeras, médicas y otros, con todos los riesgos, extenuación y sobretiempo que implica.
Así, concluimos que los estragos por el virus mortal no sólo lo padecen sus víctimas directas, enfermos y fallecidos, también lo estamos padeciendo con gran fuerza, las mujeres.
Superada la pandemia, a las mujeres nos tocará ser artífices de los cambios fundamentales que la sociedad requiere, tal como lo vaticina Alain Touraine, sociólogo francés: llega la liberación de las mujeres y se arriba a una sociedad del cuidado.
Por: Anayansi Turner. Defensora de los derechos Humanos y docente en la Universidad de Panamá
Last modified: 26/04/2020