En medio de la emergencia sanitaria por el COVID-19, en el nororiente de Ecuador se rompió un oleoducto. Docenas de kilómetros del rio Coca están contaminados con crudo fósil. Mientras el ministro de energía Rene Ortíz, suspende la exportación de petróleo, las personas que viven a las orillas del rio pierden su fuente de comida.
El derrame se dio en la Provincia de Sucumbíos, el pasado martes 15 de abril al producirse un hundimiento de la tierra en el rio Coca, sector San Rafael, que limita entre las provincias de Napo y Sucumbíos. Este hundimiento provoco las rupturas del SOTE, El oleoducto de Crudos Pesados OCP y el Poliducto Shushufindi, causando un derrame de petróleo que rápidamente se extendió por el caudaloso Rio Coca hasta llegar al Rio Napo. Gracias a las barreras de contención no pudo llegar hasta el Amazonas y Perú.
La contaminación esta por todo el río y debido a las fuertes lluvias el nivel del rio subió y contamino las plantaciones, además produjo la muerte de animales debido a la contaminación por el petróleo, es notable que también hubo otros tipos de combustibles derramados como diésel, gasolina, etc.
Los habitantes despertaron a la madrugada del miércoles con el olor que les llego desde el rio a kilómetros de sus casas.
“El derrame de crudo en plena emergencia sanitaria afecto la única fuente de provisión de alimentos y agua de las comunidades indígenas”, por todo está cubierto de petróleo.
Entre las comunidades afectadas se encuentran Dashiño, San Salvador, Maderos, Sardinas, San Vicente, Guataraco, Tuyuca y Guayusa, según registra el colectivo Geografía critica, en un mapa de este colectivo se evidencia el impacto del derrame del crudo manejado por la empresa pública Petroecuador y la compañía privada OCP.
El rio es un sustento fundamental para muchas comunidades que habitan en su alrededor.
Por: Betty González Galeas
Last modified: 20/04/2020