Written by La noche del jueves 16 de Septiembre de 1976 y días posteriores, en la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires), Argentina, se registró la denominada “Noche de los lápices”, un operativo militar del batallón 601 del Ejército y el Destacamento la Inteligencia del Estado 101 junto a la Policía, donde se secuestraron una cantidad considerable de dirigentes estudiantiles que formaban parte de la Unión de Estudiantes de Secundaria (UES).
Los adolescentes que habían participado de una serie de manifestaciones para conseguir “el boleto estudiantil”, que le otorgaba beneficios y facilidades, des el pasaje del transporte colectivo como otras reivindicaciones, fue la causante para realizar las requisas y detenciones sumarias en los hogares de los estudiantes, ya que el movimiento fue considerado como “subversivo”.
El acontecimiento coincidió, con una crisis políticas en el país que generó un golpe militar avalado por Estados Unidos y un gobierno dictatorial, déspota y criminal del llamado “triunvirato” militar (1976-1983).
Se popularizó la tragedia ocurrida por el cautiverio, y luego testimonios de los jóvenes Pablo Díaz y María Claudia Falcone, y lo vivido por sus compañeros Emilce Moler, Patricia Miranda, Gustavo Calloti de donde se escribe un libro
llamado “LA NOCHE DE LOS LÁPICES”.
LO QUE CAUSÓ LA ACCIÓN CRIMINAL DE LA DICTADURA
Desde el golpe de estado de Rafael Videla, el miedo y la represión se instalaron en Argentina. Cualquier acción podía considerarse subversiva, desde escuchar música a reunirse y pedir transporte público gratuito para estudiantes.
La policía bonaerense, molesta por una gran movilización de distintos colegios de secundaria, lo que hizo que se preparara un feroz operativo y repliegue en los barrios contra los jóvenes menores de 18 años de la (UES), agrupación ligada a las juventudes peronistas. Dicha acción castrense trajo como consecuencia la determinación de más de una docena de menores y otras de militantes políticos.
Entre las cosas que vivieron los secuestrados está las fuertes torturas físicas y psicológicas la violación y embarazo de las jóvenes por parte de los militares y que su hijos fueron regalados; el asesinato y desaparición forzada de muchos de ellos.
De esa situación atroz es que nace la muy conocidas “MADRES DE LA PLAZA DE MAYO.
El caso tomó un inmenso revuelo y tomó importancia a partir de 1985 luego del juicio a la Junta Militar, proceso judicial que se encargó de juzgar los crímenes cometidos durante el denominado “Proceso de Reorganización Nacional” que desaparecieron más de 250 estudiantes.
El general Ramón Camps y el comisario Miguel Etchecolatz, responsables de dichas atrocidades, consiguieron evadir la justicia por más de 25 años. Sin embargo, en el año 2003 finalmente se les pudo juzgar por crímenes contra la humanidad.
EL ESTADO RECONOCIÓ EL HECHO QUE MARCÓ POR SIEMPRE LA HISTORIA ARGENTINA
Después de tantos años el país suramericano estableció el 16 de septiembre como el “Día de la Reafirmación de los Derechos de los Estudiantes” para que importantes jóvenes como: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcon, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler jamás caigan en el olvido del pueblo argentino.
Por Abdiel De León
Last modified: 17/09/2019
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