El Canal de Panamá sigue siendo la pieza central en cualquier análisis de la realidad panameña. Producto de una negociación-imposición realizada a principios del siglo pasado, EEUU construyó la vía acuática que une los dos océanos más grandes del planeta. Desde 1914 hasta 1999 el Canal fue administrado por EEUU, en función de los intereses geopolíticos globales del país del norte. En 1999 la vía acuática, y toda la infraestructura que la acompaña, fue traspasada al gobierno panameño una vez cumplido el Tratado del Canal Torrijos-Carter firmado en 1977.
Desde 2000 el Canal es administrado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una empresa pública, cuyo accionista único es el pueblo panameño. Los ingresos del Canal son casi en su totalidad producto de los peajes que pagan más de 14 mil barcos – de todos los tamaños – que pasan por sus esclusas anualmente. En 2018 tuvo ingresos que superaron los US$3 mil millones. Cerca de la mitad fue directamente a las bóvedas del Tesoro panameño para ser incorporado al Presupuesto de la Nación.
A pesar de esta enorme riqueza que recibe el fisco todos los años es poco lo que se sabe de cómo el Canal es administrado. La ACP ha tenido tres administradores y cuenta con una junta directiva formada por 11 miembros. La junta nombra al administrador. De los miembros de la junta, 9 son nombrados por el presidente de la República por un período de 10 años. Otro es el ministro de Asuntos del Canal. También hay un diputado elegido por la Asamblea Nacional. La junta directiva debería rendir cuentas al accionista único del Canal: el pueblo panameño. Todos los años, en la Asamblea Nacional (según la Constitución representa el pueblo), el presidente de la junta directiva de la ACP hace entrega de un cheque que deja todos con la “boca abierta” por la enorme suma que representa.
Pero ¿quiénes son los miembros de la junta directiva? ¿Están preparados para cumplir con sus obligaciones? ¿Están al servicio del país o tienen otra agenda? Le corresponde al actual presidente – Juan Carlos Varela – nombrar tres nuevos integrantes de la junta antes de entregar su cargo a su sucesor el 1 de julio de 2019. Al igual que los últimos 4 presidentes, todo indica que los seleccionará bajo presión del poder económico. Los miembros de la junta directiva manejan miles de millones de dólares por los ingresos del Canal y actividades conexas. La mayoría no tiene conocimientos relacionados con la vía acuática. Algunos no la conocen. Incluso, muchos llegan a la ACP con otra agenda.
¿Cuáles son las cualidades que deben tener los miembros de la junta directiva? Hicimos una lista de 6 áreas básicas con las cuales el escogido debe estar familiarizado. Si manejan las 6 áreas mencionadas más abajo son excelentes candidatos para ocupar el puesto de directivo. Si manejan cinco, son muy buenos. Si manejan 4, son buenos o aceptables. Si sólo manejan 3 o menos son inaceptables.
La primera cualidad es que conozcan los detalles del comercio marítimo mundial. Las proyecciones de la producción mundial y la tecnología naval. La importancia de las rutas comerciales. La segunda cualidad es tener conocimiento de la seguridad de los 9 mil empleados de la ACP. Sus niveles de educación, salud, salarios y las proyecciones al futuro. En tercer lugar, los pormenores de cómo se asegura el mantenimiento de la compleja estructura del Canal. En cuarto lugar, un buen conocimiento de las cuencas que alimentan al Canal del agua que necesitan los barcos para transitar de un océano al otro. Además, el crecimiento urbano y su impacto sobre la vía. Quinto, como garantizar el acceso expedito a las fuentes financieras y ser cada vez más autónomos. Por último, el directivo debe tener un manejo de la geopolítica y los intereses de las grandes potencias para hacer valer la neutralidad del Canal y del país en un mundo conflictivo.
Obviamente, la junta directiva debe contar con ingenieros navales, ambientalistas, economistas y financistas, abogados laborales, internacionalistas y sociólogos que estén en condiciones de supervisar toda la operación del Canal. En la actualidad, brillan por su ausencia. El presidente Varela puede llenar ese vacío. Puede escoger los nuevos directivos entre sus amistades de escuela o de sus camaradas partidistas, como acostumbran los presidentes panameños. siempre que dominen por lo menos 4 o más de las cualidades que mencionamos más arriba.
14 de febrero de 2019.
– Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)
Last modified: 17/02/2019