Nuestro profesor de Derecho Romano y Ciencias Políticas, Dr. Camilo Octavio Pérez, y Periodista colega autor de columna en un Diario panameño denominada “Bona Fide”, en una de sus entregas aseguró que “la Corte Suprema de Justicia es un potrero lleno de Garrapatas” (CSJ).
El Dr. Camilo O. Pérez no era cualquier ciudadano, descolló como Abogado graduado en Italia, Magistrado de ese supremo tribunal y se distinguió en actividades culturales y como promotor de exposiciones y festivales.
Sus columnas, en medio de la crisis política y económica de esos años, estremecieron los cimientos del poder de hecho instaurado por los militares desde 1968, y hasta a sus colegas la CSJ, frase profética y certera, que no pierde vigencia 35 años después de su publicación.
Cabe destacar que, a través de las punzantes letras de sus columnas, denunciaba hechos de la vida nacional contrarios y/o al margen de la Constitución, las leyes, el orden y los valores, que deben regir en todos los estratos sociales panameños.
Lo recordamos con gran respeto y aprecio, a casi 31 años de su asesinado (no resuelto), en la madrugada del sábado 31 de octubre de 1987, como forjador de competentes juristas, quien se desempeñó como catedrático, decano encargado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Panamá y vicepresidente del Comité Mundial de la Paz.
En este hoy de pánico y de crisis institucional que vive y sufre mi país, el Corinto Bolivariano: Panamá, la frase de “Bona Fide” es más actual que nunca, sobre todo por las recientes declaraciones públicas hechas por la Procuradora General de la Nación, en relación con informaciones que le dio el presidente encargado de la CSJ, con precedentes que todavía no aglutinan voluntades y esfuerzos ciudadanos (falta de conciencia globalizada), dirigidos a corregir el errático caminar de la justicia istmeña, darle vigencia a la institucionalidad y preservar nuestra endeble democracia.
Esa deuda pendiente está consignada históricamente, en diversas fuentes informativas, entre otras, el Diario El Panamá América, edición del 04/03/05, donde puede leerse textualmente:
El ex presidente Guillermo Endara consideró a la Corte como “una cueva de mafiosos” y dijo que dan vergüenza las situaciones en las que se han visto involucrados sus integrantes
El magistrado Adán Arnulfo Arjona acusó a sus colegas Arturo Hoyos, Aníbal Salas y Winston Spadafora, de haber dictado fallos favoreciendo con libertad a narcos, traficantes de armas, homicidas y el descongelamiento de bienes.
Arjona acusó a Hoyos, Salas y a Spadafora de apoyar los siguientes fallos:
Liberación de la narcotraficante Lorena Henao Montoya mediante falló del 30 de abril de 2004.
En junio 15 de 2004 pusieron en la calle a un sospechoso de liberar al narco Fernando Requena Duval.
Liberar bienes a narcos tras fallo de agosto de 2002.
Anularon investigación de Otterloo, donde paramilitares traficaron 3,000 AK-47 con el fallo del 30 de marzo de 2004.
En febrero 3 de 2005 sustituyeron detención preventiva a narco que traficó tres toneladas de droga.
En febrero 28 de 2003 impidieron acceso a información relacionada con Fundación Mar del Sur.
A la vez Hoyos, Salas y Spadafora acusaron a Arjona de malos manejos: Nombrar a cuatro funcionarias en su despacho de manera irregular, gestionar proyectos de leyes desconocidos durante su presidencia en la Corte, montar una administración paralela, que dejó de lado al resto de magistrados, nombrar a una, funcionaria del Ministerio de Economía y Finanzas, quien también trabajaba en el Órgano Judicial y ocasionar un desorden administrativo que puso en entredicho la independencia judicial.
Por: Dr. Camilo O. Pérez. Magistrado y Catedrático Universitario – 1983
Por: Franklin Ledezma Candanedo. Periodista y Escritor
Last modified: 20/08/2018