“El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.” Pablo Neruda
La experiencia con el sistema de justicia nos tiene en vilo. En broma y en serio durante el último año, unas y otras nos hemos dicho que el Diputado y expresidente encarcelado en EEUU y recién extraditado debía regresar al país, pues todos sus colaboradores en las fechorías terminaban con medidas de casa y país por cárcel.
A pesar de lo anterior albergamos la esperanza que la balanza de la justicia se enderece y podamos ser testigos de un juicio que garantice los derechos de toda la ciudadanía a la justicia y en especial de las víctimas de las escuchas telefónicas. Los derechos del Sr. Martinelli están bien salvaguardados por todos los fondos públicos que durante su administración fueron dilapidados y hoy le sirven para remunerar a alrededor de diez abogados. El estrés colectivo por este proceso va mostrando la naturaleza de un juicio donde el poder económico del expresidente, miente, se burla e intenta convencer de su inocencia y victimización.
Lo cierto es que vivimos un irrespeto completo al país. ¿Acaso durante los años que gobernó no se enteró de las condiciones que viven los privados y privadas de libertad en este país? Si lo supiera, no se le ocurriría decir que se le están violando derechos, pues son otros y otras quienes sufren por la inoperancia de la justicia. Las lágrimas que hemos visto solo han sido para manipular la justicia. No hay arrepentimiento por todo el daño económico, moral y emocional causado.
Estaremos alertas, son muchos millones de dinero los que nos recomiendan no confiar absolutamente en nadie. Estar vigilantes para que la Corte Suprema de Justicia actúe garantizando derechos es una tarea.
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Publicación de Espacio Encuentro de Mujeres EEM. Panamá
Last modified: 02/07/2018