Feministas del Abya Yala· Thursday, May 31, 2018
¡Por feminismos comunitarios, campesinos, villeros, indígenas, negros, afrodescendientes, populares!
¡Por feminismos que crecen desde los territorios y desde el continente, sin fronteras coloniales!
¡Por feminismos vitales para la lucha de nuestros cuerpos-territorios y de nuestros pueblos!
¡Por feminismos sin violencias hacia mujeres, lesbianas, trans, travestis!
¡Por feminismos sin caudillismos ni patronas!
¡Aborto legal, seguro y gratuito YA!
¡NI FMI, ni bases y ejercicios militares en el continente!
¡Por feminismos internacionalistas, revolucionarios, que defienden a la Revolución de las Mujeres en Kurdistán, agredidas por el gobierno de Erdogan y a las mujeres palestinas agredidas por el Estado de Israel!
Como feministas del Abya Yala, feministas comunitarias territoriales, antipatriarcales, autónomas, migrantes, feministas populares anti-racistas, anticoloniales, este 3 y 4 de Junio gritamos ¡Ni Una Menos! desde cada uno de nuestros territorios, desde cada una de nuestras comunidades, desde cada uno de nuestros barrios.
Decimos ¡Ni Una Menos! con la memoria viva y ardiente de nuestras hermanas asesinadas, violentadas, esterilizadas forzosamente, golpeadas, desterradas, exiliadas, de las perseguidas por el sistema capitalista patriarcal colonial-neoliberal, de las encerradas en las cárceles del sistema y en los hogares vueltos cárceles.
Decimos ¡Ni Una Menos! desde los cuerpos y voces silenciados de niñas/niños que han sido atacad@s en algunos casos como blanco directo y en otros casos para agredir a sus madres “defensoras de la vida”.
Decimos ¡Ni Una Menos! con el corazón latiendo con Berta Cáceres, con Marielle Franco, con Alina Sánchez, con Diana Sacayan y todas las travestis asesinadas o muertas tempranamente por falta de cuidado, de derechos y de atención a la salud, con las Niñas de Guatemala, con lxs jóvenes nicaragüenses asesinadxs y perseguidxs, con las campesinas asesinadas y corridas de sus territorios en todo el continente, con las insurgentes colombianas que luego de desmovilizarse no encuentran lugar para reorganizar sus vidas, con las defensoras de las lagunas y de los territorios en Perú, México, Ecuador, con las mapuche y las mujeres originarias judicializadas y expulsadas de sus territorios a ambos lados de la Cordillera, junto a las mujeres wichi golpeadas y procesadas en el norte argentino, junto a las mujeres originarias, negras y garífunas, afrodescendientes, perseguidas en todo el territorio del Abya Yala, junto a las mujeres presas políticas por defender sus cuerpos y territorios ancestrales, junto a las presas y perseguidas por abortar en todo el continente, junto a las mujeres que rompen las fronteras patriarcales, racistas y coloniales todos los días, junto a las mujeres haitianas que sufren las humillaciones y muerte provocada por los ejércitos invasores de la MINUSTAH, por las mujeres que defienden sus revoluciones en Venezuela y el proceso de cambio en Bolivia, amenazadas por las oligarquías locales y el poder imperialista, junto a las que lloran a sus hijxs y hermanxs asesinadxs en Nicaragua, junto a las rebeldes caídas defendiendo la Revolución de las Mujeres en Kurdistán, junto a las mujeres palestinas asesinadas por el gobierno terrorista de Israel.
Decimos ¡Ni Una Menos! porque a pesar de tantos desencuentros también existe la alegría de la liberación, como fruto de las luchas de las hermanas mapuches. Saludamos la libertad de la Machi Francisca Linconao y de otras presas políticas. A todas las mujeres presas políticas actualmente, nuestras energías las acompañan y nuestras voces y nuestros cuerpos siguen exigiendo liberación y justicia.
Decimos ¡Ni Una Menos! porque sabemos que las políticas capitalistas, patriarcales, coloniales, reforzadas en nuestro continente por los aprietes del FMI, de los grupos internacionales, transnacionales, multinacionales, el G20, la OMC, el Banco Mundial -eufemísticamente llamados “ajustes estructurales”- precarizan aún más la situación de las mujeres, profundizan la feminización de la pobreza, y además incrementan las violencias en los hogares contra las mujeres y lxs niñxs. La precarización de los servicios públicos y las pérdidas de derechos sociales recaen -por la división sexual del trabajo- en las mujeres que estamos a cargo de las tareas de cuidado. Rechazamos que estas corporaciones hablen de “responsabilidad social empresarial” dirigida hacia las mujeres. No hay “responsabilidad” cuando sus políticas deterioran nuestra comida, generan enfermedades, llevan hasta límites extenuantes la jornada laboral dentro y
fuera de los hogares. No hay “responsabilidad” cuando primitivizan a los pueblos ancestrales originarios al recalcar que carecemos de capacidad epistémica, para no solo extraer bienes naturales en nuestros territorios sino también “robar” saberes ancestrales, demonizando al
mismo tiempo nuestras cosmovisiones y prácticas espirituales. No hay “responsabilidad” cuando
estas empresas son las que han llevado a destruir y exterminar la libertad, e incluso la misma existencia de las mujeres y las niñxs. Rechazamos que hablen cínicamente de “perspectivas de género” en políticas que nos matan, que mercantilizan y privatizan nuestros saberes, que imponen el control sobre nuestros cuerpos, y que precisan de la militarización e incluso de la eliminación física de nuestras compañeras para imponerse en los territorios que defendemos
como espacios de vida. Rechazamos sus “tratados de libre comercio” que significan libertad para
obtener mayores ganancias reforzando nuestra servidumbre y nuestra esclavitud.
Decimos ¡Ni Una Menos! frente a la Violencia Feminicida, cuando siguen creciendo los feminicidios, los travesticidios, las violencias en todo el continente, y las políticas públicas se hacen humo o directamente siguen sirviendo al patriarcado, como lo hace la justicia machista, racista, burguesa, en la que las mujeres, no tenemos reconocimiento y somos revictimizadas.
Como mujeres migrantes, indígenas, negras, villeras, sudacas y de barrios populares decimos ¡Ni Una Menos! Vivimos en territorios que dicen que no son nuestros, sufrimos violencias patriarcales racistas y coloniales dentro y fuera de Abya Yala. Somos violentadas sistemáticamente por el racismo social e institucional, la militarización de las fronteras, las leyes antimigratorias y sus políticas que nos criminalizan por nuestra identidad, nos persiguen, discriminan, esclavizan, marginan, invisibilizan, encarcelan, deportan, y asesinan. Nuestros cuerpos son atravesados por el racismo de las instituciones sociales, educativas, laborales entre otras. Los medios de comunicación nos hostigan, potencian la xenofobia, el racismo, la discriminación por nuestros rasgos y orígenes. Esta violencia estructural y colonial se profundiza para las hermanas migrantes trabajadoras del hogar, las que sufren violencia machista, las que son víctimas de trata y las mujeres en situación administrativa irregular. Nos criminalizan por transitar como ancestralmente lo han hecho nuestros pueblos, y nosotras lo seguimos y seguiremos haciendo.
Decimos ¡Ni Una Menos! frente al crecimiento de los crímenes y las violencias provocadas por el lesbo-odio, el trans-travesti-odio, el odio a las disidencias sexuales, en la sociedad y en las políticas públicas que criminalizan y judicializan las identidades sexuales o las elecciones sexuales disidentes del sistema de heterosexualidad obligatoria.
Decimos ¡Ni Una Menos! frente a la multiplicada violencia que sufren los cuerpos plurales, las mujeres, lesbianas, bisexuales e identidades femeninas trans y travestis migrantes, que sufren agresiones y van perdiendo derechos en los territorios a los que fueron expulsados por el desastre neoliberal en sus países.
Cuando decimos ¡Ni Una Menos!¡Basta de violencia patriarcal! nos referimos también a la que sufren lesbianas, travestis o trans cuyas parejas, aun no siendo varones, reproducen los modos aprendidos por la cultura patriarcal de poder, de propiedad, de violencia para disciplinar y controlar, de agredir, de difamar, de “si no sos mía no sos de nadie”. “Basta de Acoso y
hostigamiento sexual”. Saludamos con entusiasmo el impulso de las estudiantes y universitarias de Chile que en las últimas semanas han problematizado, visibilizado y denunciado la violencia, el abuso de poder y el acoso sexual que ocurre en las Universidades sobre el cuerpo de las mujeres, y la discriminación y desigualdad que se sufre por el simple hecho de ser mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans.
Cuando decimos ¡Ni Una Menos! exigimos ¡Ni una muerta más en abortos clandestinos! ¡Que se despenalice y se legalice de una vez el aborto en nuestros territorios! Queremos que la maternidad sea una elección libre, fruto del deseo, y no una obligación. Que se respete la vida y autonomía de las mujeres y de los cuerpos gestantes. ¡Nosotras parimos, nosotras decidimos! A quienes desde sectores religiosos, incluso desde sectores compañeros de muchas luchas
pretenden convencernos de que “las mujeres pobres rechazamos el aborto” les decimos, les exigimos, que no hablen en nuestro nombre, ni que refuercen los mandatos fundamentalistas “en nombre de Dios”. Somos las mujeres empobrecidas las que morimos o somos violentadas en abortos clandestinos. Somos quienes pasamos malos momentos como consecuencia de la prohibición de la interrupción voluntaria del embarazo. Y junto al derecho a abortar,
defendemos también la lucha contra la esterilización de cuerpos declarados no “racialmente aptos” para la reproducción. Las mujeres con habilidades diferentes (des-habilitadas), también han sido forzadas a no tener hijos. Nuestra lucha es por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y vidas, y a que nadie lo haga por nosotras.
Cuando decimos ¡Ni Una Menos! denunciamos el accionar de las redes de trata y de prostitución, que articuladas en muchas ocasiones con las redes de narcos desaparecen a nuestras hijas, hermanas, compañeras, vecinas y persiguen a quienes las buscamos. Decimos ¡no a la pornografía infantil que se articula con estas redes, y contribuye a reforzar la violencia contra niñas, adolescentes y jóvenes en nuestro continente! Rechazamos todas las prácticas de colonización y de mercantilización de nuestros cuerpos y de nuestras vidas.
Cuando decimos ¡Ni Una Menos! exigimos el Nunca Más a los golpes de estado, estados de sitio o estados de prevención como el Estado lo llama, para callarnos y restringir las garantías constitucionales. Rechazamos el militarismo, los destacamentos militares y comisarías en nuestras comunidades, las guerras, las invasiones, las dictaduras, que convierten a nuestros cuerpos en campos de batalla y en parte del botín de guerra. No vacilamos en denunciar y rechazar la presencia de los ejércitos en las calles de América Latina. Todavía tenemos heridas abiertas de lo que ocasionaron las dictaduras militares en nuestro continente. ¡No queremos ejércitos ni fuerzas represivas en las calles! ¡No a las bases militares! ¡Basta de políticas de muerte!
Cuando decimos ¡Ni una menos! cuando nos tejemos, nos abrazamos, nos acuerpamos para decir ¡Ya Basta! sabemos que apenas comienza nuestro compromiso. Nuestro compromiso es
organizarnos para mantenernos vivas y dignas, por nosotras, por todas las mujeres y cuerpos plurales, por la memoria de quienes estuvieron y por la dignidad de las que vendrán.
¡¡Vamos caminando!!
Las Feministas del Abya Yala, Feministas Comunitarias Territoriales, Migrantes, Antipatriarcales, Autónomas, indígenas, campesinas, urbanas, negras, migrantes, lesbianas, travestis, disidentes sexuales, trabajadoras formales e informales, todas trabajadoras domésticas, campesinas, precarizadas, invisibles, villeras, faveladas, todas rebeldes, insumisas, insurgentes, hemos ido forjando desde la tierra, desde la raíz, una hermandad que acuerpa cada una de nuestras luchas, que acompaña nuestros dolores, que riega nuestras esperanzas. Traemos la memoria, coraje y saberes de nuestras ancestras, cuidamos las semillas, la tierra, los ríos, los bosques, las lagunas, las montañas. Tenemos la luz en la mirada de las hermanas caídas en más de cinco siglos de luchas contra el colonialismo, los genocidios, los femicidios, las violencias de todo tipo.
Cuidamos los saberes ancestrales para la salud, la alimentación, las espiritualidades para enfrentar al poder y cuidar la vida. Construimos autonomía alimentaria, nuestra autonomía territorial, la autogestión de las semillas, la autonomía de nuestros cuerpos y la descolonización de nuestras sexualidades.
Tenemos una conciencia que se ha desparramado como sentido común feminista en las nuevas generaciones de niñas, adolescentes y jóvenxs, que ya no aceptan el mundo heredado, desigual y violento. Tenemos logros en nuestras luchas. Pero sobre todo tenemos este corazón colectivo con el que nos abrazamos y nos sostenemos cuando es necesario.
Nuestros feminismos no tienen dueñas, no tienen patronas, no aceptan caudillismos. No se convalidan como propiedad privada intelectual o política de nadie. Nuestros feminismos cultivan la libertad y no la disciplina. Se entrelazan, se mezclan, se tejen, se miran a los ojos y se reconocen. En nuestros feminismos dimensionamos la existencia personal en la comunidad, donde crecen y se vuelven potentes, plurales, masivos.
Nuestros feminismos irrumpen creativamente en las calles y en las casas, la comunidad, a la orilla de los ríos, en las montañas, en la selva con nuestras demandas, consignas y propuestas. Nuestros feminismos nos están sanando, nos están interpelando amorosamente para volver a tejer entre nosotras la Red de La Vida, sin competencias, sin prohibiciones. Están aportando desde sus epistemologías nuevas resignificaciones para que junto a otros cuerpos revitalicemos
nuestras existencias y proveamos relaciones de respeto y amor profundo entre nosotras y con la naturaleza, los animales, con todas las expresiones de la vida.
Este 3 y 4 de junio estaremos en las calles de todo el continente. Para rehacer el diálogo colectivo y comunitario con otros feminismos, que forman parte de la marea que ha hecho posible el grito potente de Ni Una Menos.
Desde el 28 al 30 de junio nos encontraremos también para culminar un ciclo e iniciar otro, del accionar del Tribunal Ético Feminista que realiza el Juicio a la Justicia Patriarcal, elaborando una sentencia colectiva que señale el carácter misógino, patriarcal, colonial, capitalista y racista que hemos venido percibiendo en cada una de las audiencias, y para sentipensar juntas caminos hacia una Justicia de los Pueblos, hacia una Justicia Feminista.
Somos historia, la recreamos con lo que estamos haciendo y sintiendo. Somos comunidad de acciones, pensamientos, sentimientos, sentidos, razones y sinrazones, que vamos caminando. Somos defensoras de la paz, de la justicia, de la libertad, de la autodeterminación, del deseo y la alegría.
¡Rompemos Fronteras! ¡Nos acuerpamos!
¡Ni una menos! ¡Vivas y libres nos queremos!
Feministas del Abya Yala
TZK´AT. Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo Comunitario Territorial desde Iximulew – Guatemala
Feminismo Comunitario Antipatriarcal – Bolivia
Feminismo Comunitario Antipatriarcal. – Movimiento Migrante Valencia-Madrid Feminismo Comunitario Autónomo de Chiapas. México
Kullakas del Feminismo Comunitario Antipatriarcal. Argentina
COPINH. Consejo Cìvico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras OFRANEH. Organización Fraternal Negra de Honduras
Lunas Lesbofeministas – Mexico Colectivo Latinoafricano
Escuela Nacional Orlando Fals Borda. Colombia OLT. Organización de Lucha por la Tierra. Paraguay
CONAMURI. Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Paraguay Frente Popular Darío Santillán. Corriente Nacional. Argentina
Frente Popular Darío Santillán. Argentina
Colectiva Feminista Las Azucenas. La Plata – Argentina
Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía. Argentina Mujeres Clasistas y Combativas – Chaco – Argentina
Cátedra Libre Virginia Bolten. La Plata. Argentina Colectiva Feminista Lunáticas. Luján. Argentina
Nómadas Comunicación Feminista. Comarca Andina. Argentina Movimiento Centroamericano 2 de marzo
Asamblea de Mexicanxs en Argentina
Mujeres del Movimiento 138. Colectivo de Resistencia Cultural (Paraguay / Argentina) MULCS. Argentina
Alerta Territorio. Argentina
Mujeres al pie del cañon. Moreno. Argentina Colectiva Feminista Berta Cáceres. Tandil. Argentina Mariposas de Villa París. Argentina
Cooperativa Aquelarre. Rosario. Argentina Géneros Marcha. Argentina
Programa radial Espejos Todavía. Argentina Movimiento de Mujeres de Kurdistán
Last modified: 03/06/2018